La Rana de la Fortuna del Casino Gran Madrid Colón salta a la pasarela para presidir una original puesta en escena.
El verde esencial de la clorofila, símbolo de la vida y la renovación, es el hilo conductor de una colección que se desliza por la atmósfera floral de la primavera. Una sucesión de piezas maravillosas que captan la energía de la luz y la transforman en vestidos de ensueño con vibrantes colores.
“Para mí la fotosíntesis de la moda consiste en transformar un tejido en un elemento tridimensional que cobra vida, logrando atraer nuestra atención y deseo”, explica el diseñador.
La colección CHLOROPHYLL eleva la esencia femenina, envolviéndola en delicadas gasas volátiles y descubriendo a la vista los famosos bustiers invisibles, seña de identidad de la casa. Una nueva interpretación de las reconocidas obras hechas a mano con la que la firma se dio a conocer en la década de los años 80.
En un ambiente cuajado de referencias clásicas, pero también de atemporalidad, encontramos una sucesión de elegantes vestidos de tarde y noche con sofisticados drapeados delineados con formas sinuosas y aparentemente sencillas, capaces de esculpir la silueta con maestría y precisión.
La femenina y romántica estela de la mujer Laguna combina faldas fluidas con majestuosas mangas de gran volumen y la exquisitez de las T-shirt joya sobre pantalones en satén. Destacan los contornos de volantes en organza, cortados al bies a modo de capote; las siluetas tallo en crêpe y los delicados bordados de cristal con efectos repujados en relieve.
En la pasarela se combinan, deliberadamente, el prêt-à-porter y la costura artesanal con una visión contemporánea. Un juego que encuentra las semejanzas de dos mundos, tan antagónicos como paralelos, fusionando industria, tecnología y artesanía.
Una colección, que desprende dulces sensaciones con pigmentos que nacen del universo botánico y logran capturar la energía solar. Notas de cítricos refinados, un tono jengibre dorado, verde menta, rojo amapola, lila y el excitante amarillo maíz matizado en rosa Pompadour.
La clorofila de la moda, una vez más, enciende las verdes ramas de sus árboles, dando paso a la floración de los primeros brotes de la primavera y sus inconfundibles aromas y sonidos.
Sobre la Rana de la Fortuna
Como si de una revelación se tratase, la firma Hannibal Laguna y el Casino Gran Madrid Colón se unen en esta fabulosa aventura de moda que rinde homenaje a la vida, la naturaleza y a sus enigmáticos habitantes.
Según explica Laguna , “la rana de la fortuna me cautivó desde la primera vez que la vi. Esta escultura de imponentes dimensiones apareció un buen día en el paseo de Recoletos, como símbolo de la suerte y la buena fortuna. Su amable sonrisa y sus brillantes ojos saltones siempre me han transmitido ternura y buena energía».
«Desde que la descubrí, supe que en algún momento y de algún modo, la rana de la fortuna estaría presente en una de nuestras colecciones. CHLOROPHYLL es el escenario perfecto para que presida nuestra pasarela y el Casino Gran Madrid Colón con su emblemática escultura ha hecho posible este sueño o ¿quizás ha sido la propia rana la que nos ha concedido el deseo?” se pregunta el diseñador.
La leyenda de la rana de la Fortuna del Casino Gran Madrid
Cuenta la leyenda, que hace años, muchos años, los palacios que bordeaban el Paseo de Recoletos contaban con suntuosos jardines y estanques en los cuales habitaban pequeñas ranitas. Esas ranitas eran consideradas un símbolo de la buena suerte y por ese motivo el Paseo de Recoletos, era conocido como el Paseo de la Fortuna.
Sin embargo, un día, las ranitas dejaron de croar, desaparecieron poco a poco sin que nadie se diese cuenta y con ellas, la buena suerte. Y así transcurrieron muchos años hasta que la suerte regresó a Madrid y lo hizo con una gran rana de 5 metros de altura.
Se trata de una obra encargada por el Casino Gran Madrid Colón al escultor dEmo con el objetivo de devolver la suerte a la capital.