El Ayuntamiento de Madrid inicia este lunes la rehabilitación de las zonas verdes de la colonia del Manzanares, ubicada en el distrito de Moncloa-Aravaca. Debido a la elevada extensión y tipología de superficies con vegetación, el Ayuntamiento ha dividido la colonia en cuatro zonas de actuación que se reordenarán para transformarse en espacios más sostenibles y accesibles en los próximos tres años.

Las obras de la primera zona, que arrancan la próxima semana, se ejecutarán en 2019 y afectarán a los 18.040 m2 situados entre las calles San Pol de Mar, Aniceto Marinas, Felipe Moratilla y Marqués de Monistrol (M-30).

Con una singular ubicación, enmarcada en el triángulo formado entre el Puente de los Franceses, la M-30 y el río Manzanares, esta colonia goza de gran valor ecológico y medioambiental que requería mejoras. El objetivo de las obras que ahora se inician es «favorecer el uso y disfrute de todos los vecinos, sin modificar el diseño, tal y como se consensuó con las asociaciones».

Entre las actuaciones destacan la mejora de la accesibilidad de los paseos, la instalación de diversos equipamientos urbanos como bancos, papeleras, juegos infantiles y de mayores, mesas o espacios de ocio juvenil.

En cuanto a las zonas ajardinadas, además de incrementar las plantaciones de árboles y arbustos favoreciendo la diversidad, se dotará de riego automático.

Un diseño consensuado con las asociaciones vecinales

Los vecinos han colaborado en la reordenación de las zonas verdes de la colonia. Para hacer partícipe al barrio se han celebrado tres talleres y diferentes reuniones en las que además de informar del proyecto se han puesto en común las aportaciones y sugerencias. De forma paralela a estos encuentros con el tejido asociativo, el Ayuntamiento ha realizado un proceso de consulta en Internet abierto a toda la ciudadanía para recibir diferentes propuestas.

Todas las intervenciones que ahora se ponen en marcha son una continuación de las ejecutadas en la primera fase del Plan de Regeneración de la colonia del Manzanares iniciada por la Dirección General de Gestión del Agua y Zonas Verdes en septiembre de 2017 y que se centró en la eliminación de los árboles de riesgo que eran peligrosos por su alta probabilidad de caída de ramas o vuelco.

Se regeneró la arboleda con nuevos ejemplares de diferentes especies que han modificado el paisaje de la colonia aportando más colorido y valor ornamental.