La acción policial se desencadenó como consecuencia de la nerviosa actitud que una mujer mostraba al salir de un establecimiento, casi a la carrera. Los policías municipales al interesarse por el estado de esta persona observaron cómo no sólo este comportamiento no cesaba, sino que se incrementaba a medida que era preguntada por su situación.
Tras un registro superficial se encontraron entre sus pertenencias dos teléfonos móviles de última generación, ambos con sus correspondientes facturas. La intuición de los agentes les hizo sospechar que algo no era normal en la actitud esquiva y poco colaborativa de esta persona. En el interior del bolso se encontraron dos nóminas a nombre de esta persona, pero con signos inequívocos de haber sido modificadas. En el mismo momento de solicitar a esta mujer, que de manera voluntaria acompañase a los agentes para comprobar la legalidad de la documentación.
La ahora detenida, confesó que se trataba de nóminas falsificadas que utilizaba para comprar artículos y solicitar créditos a diferentes entidades bancarias. Este hecho derivó en la detención y puesta a disposición judicial de esta persona por un presunto Delito de Falsedad Documental.