Del 1 al 9 de enero, llegó a contabilizar 84 ug/m³ de media acumulada, el doble del límite que marca la Directiva Comunitaria 2008/50/CE. Las asociaciones vecinales del distrito demandan la aplicación de medidas urgentes, tal y como se ha hecho en la almendra central
Mucho se está hablando estas semanas de polución debido a la aplicación del Protocolo para Episodios de Alta Contaminación del Ayuntamiento de Madrid, que implica, entre otras medidas, restricciones de velocidad y movilidad al tráfico privado. Hasta el momento, por ser una de las zonas más afectadas por este problema, se ha puesto el foco en el centro de la ciudad, pero en muchas ocasiones son lugares de la periferia los que soportan el aire más contaminado. Y esto sucede sin que se adopten medidas específicas para paliar las consecuencias sobre la salud de las personas que en ellos residen.
Así, del 1 al 9 de enero de 2017, la estación de medición de Villaverde, que se encuentra en la calle Juan Peñalver, registró los niveles de dióxido de nitrógeno más altos de las 23 existentes en la ciudad de Madrid, llegando a alcanzar los 84 ug/m³ de media acumulada. Esta cifra es el doble del límite recomendable de media anual que marca la Directiva 2008/50/CE del Parlamento Europeo y el Consejo, de 21 de mayo, relativa a la calidad del aire y a una atmósfera más limpia en Europa (40 microgramos/m3 de concentración de NO2 en el aire).
Además, el pasado 29 de diciembre el Consistorio de la capital decretó, por primera vez en la historia, el escenario 3 del Protocolo para Episodios de Alta Contaminación, que se toma cuando dos estaciones de medición superan los 200 microgramos de NO2 por metro cúbico de aire durante dos horas consecutivas. Ese día, la estación de Villaverde rebasó esa cantidad durante tres horas consecutivas, pero, a diferencia de las medidas adoptadas para la almendra central, en el distrito no se aplicó iniciativa de ningún tipo.
Por todo lo anterior, las asociaciones vecinales del distrito sureño exigen “que se adopten las medidas necesarias para reducir los niveles de contaminantes actuales, no sólo el NO2, así como un plan de actuación que reduzca las emisiones nocivas del aire que respiramos”.
Por ende, hacen un llamamiento a los partidos políticos presentes en el Ayuntamiento de Madrid “para que aparquen los debates estériles y reconozcan lo evidente: el aire que respiramos en el distrito es claramente nocivo para la salud y habrá que llevar a cabo todas las medidas necesarias para reducir drásticamente la contaminación y que prime la calidad del aire que respiramos por encima de cualquier otro aspecto”.