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AFEMTRAS y Hetaira denuncian abusos policiales en el Polígono de Villaverde contra las prostitutas

Gacetín Madrid
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La Agrupación Feminista de Trabajadoras del Sexo (AFEMTRAS) y el Colectivo Hetaira denuncian «el silencio y la complicidad de las instituciones hacia los abusos policiales que se están cometiendo en el Polígono de Villaverde contra las trabajadoras del sexo».

Según denuncian en un comunicado, «la Ley Mordaza lleva más de un año en vigor. Una ley que, además de reprimir derechos fundamentales de toda la ciudadanía, se está cebando especialmente con las trabajadoras del sexo que captan su clientela en el Polígono de Villaverde, uno de los colectivos más castigados en la ciudad de Madrid».

Desde Hetaira, consideran la Ley de Seguridad Ciudadana como una forma encubierta de prohibir la prostitución en el espacio público, «un instrumento para expulsar a las mujeres de la calle sin contar con su opinión, sin ofrecerles una alternativa y sin preocuparse lo más mínimo por las consecuencias negativas que provoca en las trabajadoras del sexo».

«Esta ley se vendió como una herramienta de protección de las mujeres y prevención de la trata. Una fórmula muy hipócrita para justificar la criminalización con una supuesta preocupación por el bienestar y la protección de las mujeres cuando el efecto que provoca es totalmente opuesto» sentenció Elisa Arenas, una de las portavoces del Colectivo Hetaira.

«Desobediencia a la autoridad es la fórmula encubierta que se le ha ocurrido al gobierno para penalizar a las mujeres por ejercer la prostitución, como si no fuera obvio que la única desobediencia es simplemente ser prostitutas. Se les multa por prostitutas, no por cometer actos delictivos. […] El resultado es que Delegación de Gobierno nos ha sometido a un largo proceso de mentiras y manipulación informativa para finalmente hacer lo que anunció que no haría: perseguir, acosar y multar las trabajadoras del sexo» denuncian desde Hetaira.

Las portavoces de ambas organizaciones también han hecho alusión al alarmante incremento de abusos de poder y vulneración de derechos humanos por parte de algunos agentes del grupo XI de la UCRIF (Unidad Central contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales) que operan en el Polígono; la misma Unidad que se encarga de investigar los delitos de trata». Afirman que a este Grupo pertenecen los agentes que están multando a las mujeres del polígono aplicando la Ley de Seguridad Ciudadana: “Las prácticas que estos agentes del grupo XI de la UCRIF llevan a cabo contra las mujeres están claramente fuera de la legalidad” han concluido.

La portavoz de la Agrupación Feminista de Trabajadoras del Sexo (AFEMTRAS), Marcela, relató cómo algunos agentes del Grupo XI de la UCRIF las hostigan a diario “tanto si vamos vestidas como si no; si nos encuentran en la acera como si no; si estamos hablando entre nosotras; si vamos en coche con alguien; si estamos esperando el bus para marcharnos; si estamos paradas o si estamos en sitios estratégicos de la zona realizando servicios. Nosotras, las prostitutas, somos juzgadas en muchas ocasiones por algunos agentes como malas madres. Nos cuestionan con frases como qué dirán tus hijos, porque la carga moral está presente en el momento en que nos extienden las multas”.

Las mujeres que conforman AFEMTRAS denuncian que ya no les queda ningún lugar seguro en el Polígono: “Los agentes ordenan que nos situemos en ciertos lugares con la garantía de que allí no seremos multadas y después recibimos la multa igualmente. Nos mienten diciéndonos que han visto en su base de datos que no tenemos la documentación en regla y nos amenazan con no poder renovar la documentación. Nos vejan cuando nos rompen nuestros resguardos de documentos de identidad tirando los restos al suelo o nos tiran los documentos de identidad a los pies para que tengamos que recogerlos del suelo tras una identificación”.

«¡Vete a zorrear a tu país!»; “A España se viene a trabajar no a putear”; «Con Franco esto no pasaría»; «Os voy a llevar presas»; «A limpiar escaleras»; «¿Cuándo te jubilas»? (si eres alguna mujer que consideran ‘entrada en años’); “La prostitución en Marconi se va a acabar porque a mí me da la gana”; “Te voy a pegar dos hostias”; «Para esto estamos, para hostigaros y no descansaré hasta terminar con las putas» . Son algunos ejemplos de las vejaciones que reciben habitualmente por parte de algunos agentes, según denuncian.

“Ni siquiera cuando estamos fuera de nuestra actividad, las vejaciones terminan; en nuestra vida privada, cuando nos acercamos a la comisaría de Aluche para renovar nuestros documentos, en la fila de espera se nos han identificado públicamente como putas, diciendo en alto: «Yo te conozco…. ¡ah…! tú trabajas en Marconi” . Aquí no se salva nadie, ni el que vende los preservativos… pese a tener licencia comercial como autónomo; ni la señora a quien compramos bocadillos, ni quien nos hace de taxi. Todos son calificados de “puteros”, tratados como “criminales”… Y nosotras, vapuleadas. Violan nuestra privacidad constantemente, nuestros datos personales son utilizados para rellenar el formulario de la multa de nuestros clientes, nos piden nuestros números de teléfono en identificaciones rutinarias” relata Marcela, trabajadora del sexo en el Polígono de Villaverde.

Desde AFEMTRAS piden que «cesen el acoso y la violencia Institucional que se está ejerciendo contra las trabajadoras en Villaverde». Argumentan que «la persecución no ayuda en nada en la lucha contra la trata, sino que la fomenta. Que la persecución sólo conlleva clandestinidad. Y la clandestinidad, lleva al abuso». “Precariza más nuestra situación y nos expone a más peligros. Tenemos que escondernos más para realizar los servicios y tenemos menos capacidad de negociación del preservativo, de los servicios, del precio, etc. porque estamos más pendientes de la policía y su agresiva actuación que de nuestra seguridad en el trabajo”, argumentan.

Se sienten «las grandes ninguneadas del derecho, víctimas de una constante violencia institucional». “La Policía debería de preservar y garantizar nuestra integridad como al resto de la ciudadanía ya que la prostitución no es un delito” explica Marcela.

Desde Hetaira denuncian que «hace más de 6 meses que Delegación de Gobierno tiene conocimiento de estos hechos y que también lo habían puesto en conocimiento del Ayuntamiento de Madrid (representantes de Ahora Madrid y PSOE)». A día de hoy no han recibido ninguna respuesta institucional y los mencionados agentes del grupo XI de la UCRIF «siguen patrullando el Polígono con total impunidad». Las representantes de Hetaira manifiestan que «esta inmovilidad, desinterés y complicidad de las instituciones ante esta vulneración de derechos humanos hacia las mujeres son totalmente inadmisibles en un Estado de derecho y que este tipo de prácticas daña seriamente la imagen y la confianza en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado».

También han tenido unas palabras dirigidas al Ayuntamiento de Madrid, para que «deje de ignorar a las trabajadoras del sexo y se comprometa con los derechos humanos y facilite un proceso democrático de participación de todos los agentes que operan en el espacio público, vecindario, empresariado y trabajadoras del sexo». “Es fundamental conseguir un espacio seguro en el que puedan trabajar sin molestar ni ser molestadas” han concluido.

Por último, han presentado una campaña que firman conjuntamente con la Plataforma No Somos Delito([i]), “Un año de leyes mordaza: No hay malas mujeres. Solo hay malas leyes. Juntxs contra el acoso policial”, un lema inspirado en campañas de otros colectivos de trabajadoras del sexo en todo el mundo.

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