Si por un momento observas detenidamente tu casa, probablemente te des cuenta de que hay multitud de cosas que no necesitas: aquellos libros de texto del instituto, los souvenirs que te trajo tu prima de su viaje a Toledo hace un década, el amigo invisible de una empresa en la que ya no trabajas o ese regalo hortera de tu ex que no sabes muy bien por qué conservas. No te das cuenta, pero al igual que el resto de los 3,4 millones de habitantes que tiene la ciudad de Madrid, tiendes a acumular.
Con el objetivo de concienciar acerca de este exceso, la Compañía CRÁTER, con los creadores Pablo Alamá y Pablo Villa al frente, presenta ‘Distrito Diógenes’, una pieza expositiva y participativa que integra una instalación de objetos, una subasta gratuita y un recorrido por el barrio de Lavapiés. Podrá verse en el ambigú de El Umbral de Primavera en el marco del festival Surge Madrid del 25 al 28 de septiembre en horario de apertura de la sala. Además, la instalación se activará el jueves 25 y viernes 26, a las 18:30h.
Una pieza insostenible por la sostenibilidad
Como ciudadanos acumulamos por encima de nuestras posibilidades, tanto en el espacio público como en el privado, tanto en el físico como en el digital, afectando necesariamente a la sostenibilidad del planeta. Con el objetivo de acercar a la comunidad a la reflexión sobre esta problemática social, muchas veces invisible, ‘Distrito Diógenes’ propone un conjunto de dispositivos autónomos pero interrelacionados para abordarla desde distintos ángulos.
«Queremos saber cuánto podemos llegar a acumular no solo en el mundo físico sino también en el digital. Pero sobre todo queremos hacerlo en colectividad, diluir los límites entre el público y la Compañía, que el espectador sea también actante: una parte imprescindible para que la pieza pueda existir.» Ha dicho Pablo Alamá, uno de los creadores. Según Pablo Villa Sánchez, también creador de la pieza: «Nos interesa que ‘Distrito Diógenes’ sea una especie de copia a pequeña escala del mundo en el que vivimos. Acumular en ella tanto como se acumula en el mundo real para, quizá, llegar a ver el límite en la pieza antes de alcanzar el límite en el mundo real.»
De esta forma, el espectador podrá atender a tres dispositivos: una instalación interactiva, donde el público es invitado a desprenderse de un objeto que haya traído a propósito de la pieza, el cual pasará a formar parte de la instalación para ser expuesto; una subasta gratuita en la que los asistentes podrán pujar por un objeto deseado, siendo el postor ganador quien mejores argumentos brinde para adquirirlo; y un recorrido itinerante que se iniciará en la sala y que recorrerá las calles y comercios emblemáticos del barrio de Lavapiés. Desde el inicio hasta el final, el espectador será guiado por un audio que le invitará a observar los elementos, tanto materiales como digitales, que hay en el espacio público.
Una ciudadanía crítica y consciente
‘Distrito Diógenes’ llega en un contexto social y político en el que buscamos la manera de alargar la vida de los objetos que tenemos o de darles una segunda vida a aquellos que ya no queremos, pero que siguen siendo útiles. Muestra de ello es el anteproyecto de Ley de Consumo Sostenible anunciado el pasado julio, en el que se menciona el derecho a reparar para acabar con la obsolescencia programada. En el escenario digital también empezamos a tomar consciencia del impacto medioambiental que tienen nuestros archivos almacenados en la nube para el consumo de energía, y sabemos que softwares que utilizamos en nuestro día a día, como ChatGPT, contribuyen a la contaminación. De hecho, el entrenamiento de su tercera versión emitió más de 284 toneladas de CO2.
Por eso esta pieza, seleccionada como actividad transversa del festival Surge Madrid 2025, nace con el propósito de seguir construyendo una ciudadanía crítica y consciente del impacto ambiental de la acumulación digital, el absurdo que supone seguir fabricando tantos productos en masa y capaz de entender hasta dónde nos puede conducir tanta acumulación.


1 Actualizada:
This project sounds fascinating and thought-provoking! The idea of blurring lines between audience and creator, and exploring both physical and digital accumulation, really resonates. It’s a compelling way to encourage critical thinking about consumption and our digital footprint.GrowaGardenguide