El Bosque Metropolitano, el anillo forestal de 75 kilómetros que bordeará la ciudad, sigue avanzando. La Junta de Gobierno ha aprobado este jueves el contrato para la tercera fase de las obras en el ámbito de la Cuña Norte O’Donnell, en el distrito de Ciudad Lineal, por un importe de 2,6 millones de euros.
El objeto del contrato, según ha informado en rueda de prensa la portavoz municipal, Inmaculada Sanz, es realizar las obras necesarias para el desescombro, limpieza y construcción de infraestructuras de servicios de los terrenos próximos al cementerio de la Almudena, entre la avenida de Daroca y la M-23, y realizar las plantaciones correspondientes.
En las dos primeras fases del bosque en esa zona, se ha actuado en una superficie aproximada de 45.000 m2 y se han realizado los movimientos de tierra, la instalación de la red de drenaje y pavimentaciones de caminos. Además, se han descontaminado los suelos, se han trabajado los taludes y se han retirado hasta 120.000 toneladas de escombro que estaban afectando ya al muro del cementerio.
Tras estos trabajos, en la tercera fase, que comienza ahora con un plazo aproximado de ejecución de seis meses, se actuará sobre 67.000 m2, una superficie en la que durante décadas se han vertido todo tipo de residuos y que, gracias a esta actuación del Área de Desarrollo Urbano, se recupera para el Bosque Metropolitano y para que la disfruten los vecinos de Madrid. Así, se diseñará una zona estancial rematada con un mirador sobre el cementerio de la Almudena y el centro de la ciudad y se adecuarán las entradas al bosque.
La apuesta por el verde
El Bosque Metropolitano, del que ya se han abierto al público 16 hectáreas, forma parte de la estrategia ‘Madrid, isla de Color’, estructurada en dos escalas, la municipal o metropolitana y la escala local o de barrio. Por un lado, el Bosque Metropolitano creará un nuevo cinturón forestal que circunvalará la ciudad de Madrid con especies forestales autóctonas, contribuyendo a la restauración ecológica y paisajística de zonas degradadas y a la mejora ambiental y puesta en valor del entorno de nuevos desarrollos urbanísticos y del conjunto de la ciudad.
Por otro, se está actuando en poner en valor parcelas municipales vacantes y suelos mal conservados en distintos barrios de la ciudad para, a través de la estrategia de renaturalización, dotar de más zonas verdes y espacios estanciales y mejorar la calidad de vida de los madrileños.