«El macroaparcamiento proyectado por el Gobierno de la Comunidad de Madrid en el Hospital del Niño Jesús ataca la línea de flotación del ámbito del Retiro, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, y del derecho a la salud, especialmente de los más vulnerables a la contaminación, la población infantil y las personas enfermas». Así lo denuncia el grupo municipal de Más Madrid, que llevará este debate al Pleno de la Junta Municipal de Retiro esta misma tarde, para reclamar que el Gobierno de Almeida anteponga la salud y la defensa del patrimonio mundial y no permita que se construya un macroparking de 800 plazas en un entorno altamente contaminado.
Más Madrid traslada esta cuestión al Pleno del distrito, en el que espera que el concejal del distrito, Santiago Saura (Cs) se posicione en contra del aparcamiento, ya que, en palabras del edil Nacho Murgui “no podemos volver a políticas caducas que plantean costear la ampliación de un hospital infantil haciendo 800 plazas de aparcamiento. La relación de la salud de las niñas y niños y la contaminación está avalada por multitud de estudios y organismos, como Madrid Salud, y no tiene ningún sentido llevar más coches y más humo debajo de las ventanas de un hospital infantil”.
«Además, el barrio de Ibiza no necesita más plazas de aparcamiento –de las 800, unas 325 serán para el hospital y el resto, de rotación-, ya que está muy bien comunicado por transporte público y cuenta con otros estacionamientos con plazas libres, como el de la calle 12 de Octubre. Además, el servicio para el propio hospital se puede mejorar, por ejemplo, creando una zona de larga estancia del SER como en otros hospitales. Para colmo, el estudio de demanda para su ejecución es del año 2018», ha criticado Nacho Murgui.
Por otro lado, el vecindario del barrio de Ibiza «lleva meses denunciando la saturación de tráfico, ruido, contaminación e invasión del espacio público que sufre como consecuencia del incremento de terrazas. La construcción de un macroaparcamiento en el ámbito no hará sino agravar esta presión y la contaminación en la zona».
Para Más Madrid, «no es de recibo ampliar un hospital a coste cero para las arcas públicas a costa de incrementar la contaminación y las afecciones respiratorias. Además, sí tendrá coste para los usuarios y las tarifas son superiores a las de los aparcamientos municipales: en el Niño Jesús costará 2,90 euros/hora+IVA, según el pliego de licitación aprobado por la Comunidad de Madrid, mientras que en los municipales el precio es de 2 euros/hora+IVA. Según el estudio de demanda de 2018 un usuario del hospital de día está de media en el hospital 3 horas/día. En un aparcamiento municipal pagaría 6 euros y en el aparcamiento nuevo 10 euros. Es decir, el usuario del hospital que utilice el aparcamiento del hospital pagará un 41% más que en un aparcamiento municipal».
Este macroparking «incrementaría la polución en una de las zonas más contaminadas de la ciudad, las Escuelas Aguirre, que incumplió los niveles de NO2 permitidos en 2019 (el último previo a la pandemia) y suele ser la segunda estación de medición de los niveles de contaminación con peores datos en toda la ciudad. A todas luces, se incumple el compromiso del Ayuntamiento de no incrementar la contaminación, asumido con la declaración del ámbito como Bien de la UNESCO y se abunda en unas políticas que sitúan a Madrid como la primera capital europea con más muertes por contaminación al año (3.700). según estudio del ISGlobal».
Otro factor en contra de la construcción del aparcamiento es que «afecta a un edificio, el Hospital del Niño Jesús, declarado BIC y la licitación no cuenta con el obligado informe de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, sin el que no se puede acometer ninguna obra. El Ayuntamiento debe proteger el Retiro, pues es su compromiso ante la UNESCO, que ya destacó como uno de los principales problemas de la candidatura de Prado-Retiro el exceso de contaminación y tráfico».
Antecedentes
En 2020 el Gobierno regional anunció la ampliación del Hospital, unos trabajos que incluían un nuevo pabellón para consultas, la eliminación de los estacionamientos en superficie y la reordenación del espacio exterior para ganar zonas verdes. La obra de este nuevo edificio se iba a realizar mediante una concesión administrativa de la explotación de un aparcamiento subterráneo de 800 plazas, de las cuales 320 eran para los profesionales, por un periodo máximo de 40 años.
La licitación publicada entonces presentaba graves deficiencias y desfase presupuestarios al alza, falta de permisos obligatorios e incumplía la Ley de Contratos del Sector Público, tal y como señaló la propia Intervención de la Comunidad de Madrid. No contaba con la autorización de la dirección general de Patrimonio para poder acometer la obra en un bien protegido desde 1995. El contrato, plagado de irregularidades, fue declarado desierto en diciembre de 2020. Ahora la Comunidad ha vuelto a licitar la obra, con un estudio de demanda que data de 2018 y sin pedir tampoco informe de Patrimonio.