Los vecinos de la colonia de Valdezarza (Moncloa) llevan 37 años reclamando la supresión de las barreras arquitectónicas que inundan el barrio. Por eso, no pueden dejar de felicitarse por el “proyecto de mejora de la accesibilidad” que tiene previsto ejecutar el Ayuntamiento de Madrid durante este año. Pero al mismo tiempo, no entienden por qué la Junta Municipal de Moncloa no ha querido escuchar previamente a las personas residentes para elaborarlo.
“Somos los vecinos los conocedores de las realidades y circunstancias del barrio. Pero a pesar de que desde que nos enteramos que el proyecto se iba a realizar solicitamos que se nos escuchara y nos diera espacio de participación, nunca nos dieron esa oportunidad previa”, se queja Rafael Prieto, presidente de la Asociación de Vecinos Paloma-Dehesa de la Villa.
Ahora, el Ayuntamiento de Madrid alega que no hay tiempo y que cualquier modificación pondría en riesgo la ejecución del proyecto, lo que no comprenden los vecinos. A tenor de la asociación vecinal y de más de 500 habitantes del barrio que así lo han firmado, el Consistorio «ha aprobado la eliminación de demasiadas plazas de aparcamiento, lo que provocará un problema añadido».
El Ayuntamiento de Madrid plantea la construcción de rampas que permitan a las personas con movilidad reducida un tránsito seguro por el barrio y la desaparición de numerosas escaleras, lo que incluye algunas que sirven de acceso a diversos portales. “Entendemos que para la supresión de barreras es necesario quitar plazas de aparcamiento, pero no en un número tan elevado como marca el proyecto, que además incluye actuaciones innecesarias, tal vez motivadas por desconocimiento del propio barrio”, indica Prieto.
Con objeto de mejorar el proyecto, la asociación ha enviado a la concejala presidenta de la Junta de Distrito, Monserrat Galcerán, un escrito en el que, además de reclamar su participación en este, y en todas las acciones del Ayuntamiento que afecten al barrio, traslada cinco propuestas de modificación “que ayudarían a reducir el número de plazas de aparcamiento eliminadas, sin afectación de la supresión de barreras arquitectónicas”.
Así, por ejemplo, considera «innecesario» modificar el tramo de la calle Aguilar de Campoo que se encuentra entre los números 1 y 11; como «absurdo» es construir dos aceras de 1,80 m en tramos por el que transita poca gente. Para los vecinos «tampoco tiene sentido que las cinco farolas que la junta tiene previsto cambiar de ubicación se coloquen en la acera y no en la calzada, como se encuentran las de todo el barrio». La asociación también sugiere que se suprima el segundo paso de cebra de la esquina de la citada vía con la calle Alcalde Martín Alzaga, ya que existe uno a escasos seis metros.
La Asociación, que muestra una “total disposición al diálogo” y a la colaboración con la Junta, ha iniciado una recogida de firmas de ciudadanos y ciudadanas y en estos momentos recaba apoyos de otras entidades vecinales y sociales para que sus demandas sean tenidas en cuenta.
Según la AV Paloma-Dehesa de la Villa, “atender” a peticiones como las citadas “no solo mejora la percepción que tenemos los vecinos sobre el nuevo Ayuntamiento, sino que además reduciría el coste de la obra, pudiéndose diferir ese gasto en la supresión de otras barreras de las muchas existentes tanto en el distrito como en todo Madrid”.
“Consideramos que este Ayuntamiento, que hizo campaña a favor de la participación y cercanía con los vecinos, no puede ignorar las más de 500 firmas que presentamos apoyando la demanda de modificación, y debe demostrar que realmente actúa en beneficio de los vecinos y no gestiona como anteriores equipos de Gobierno”, concluye.