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La losa sobre la M-30 en Ventas no es un soterramiento ni un jardín
A primeros del pasado marzo, el alcalde Almeida presentó a los medios un proyecto municipal para “soterrar” un tramo de la M-30 al sur del puente de Ventas, entre los distritos de Salamanca y Ciudad lineal. Parque Ventas fue la denominación oficial utilizada en la presentación.
Desde el primer momento, entidades vecinales y sociales de ambos distritos han venido rechazando un proyecto que prevé la tala de numerosos árboles maduros en su zona de actuación, algunos en las estribaciones de la histórica Fuente del Berro, y su sustitución por hasta 591 implantes, según el plan municipal, aunque, dado el espesor previsto del suelo (1,25) no parece puedan enraizar, según confirman expertos y las organizaciones ecologistas. Más que un parque se trataría pues de un diseño de jardinería y paisaje.
Este mes, desde izquierda Unida en Ciudad Lineal y Salamanca, hemos sumado nuestra voz a quienes cuestionan un proyecto que ya viene siendo conocido como “la losa de Ventas”.
Y es que, pese al esfuerzo de confusión desplegado por el ayuntamiento en su presentación y la falta de transparencia en el acceso público a la documentación del proyecto, no se trata de un verdadero soterramiento de la M30 en esa zona de Madrid sino de su cubrimiento con una losa de apenas 190 metros de longitud, unos 16000m2. Sobre esa superficie, el ayuntamiento tiene prevista la instalación de diversos espacios de ocio, así como de paseo y un escenario para actuaciones. Todo lo cual, y dada la cercanía de la plaza de toros, nos hace suponer, atendiendo otros antecedentes, que muy seguramente sea una nueva operación para el despliegue de negocios privados, muy posiblemente enfocados al turismo de la zona.
También consideramos se ha perdido la oportunidad para abordar un proyecto que realmente plantease, en línea con otras ciudades europeas, la reducción del tráfico privado en esa zona de Madrid mediante la eliminación sustancial de carriles de la M30, reverdeciendo, peatonalizando y dotando el espacio ganado al ruido y la contaminación.
En su lugar, Almeida nos propone una intervención limitada, a costa de los presupuestos de inversión de las juntas de los distritos de Ciudad Lineal y Salamanca, que quedaran así hipotecados hasta 2027 en un 30 y 60% respectivamente. Eso, si el coste final de la obra no se dispara como suele sucederle a este ayuntamiento.
Otras necesidades de inversión, o de mantenimiento de instalaciones ya operativas, en ambos distritos, serán muy difícilmente atendidas por falta de presupuesto.
El PP, de nuevo, prioriza grandes obras civiles que canalizan dinero público a las cuentas de resultados de las grandes constructoras que, a buen seguro, ejecutaran este nuevo proyecto.
Nos preocupa también la imprevisión del ayuntamiento ante el impacto que esta operación, a buen seguro, tendrá sobre el mercado inmobiliario en los barrios limítrofes.
Si ya el precio de la vivienda es un escándalo y el alquiler casi imposible, esta intervención proyectada agravara la situación, nivelando al alza los precios en ambas “orillas” e impulsando la turistificacion y la gentrificación (especialmente en el lado de Ciudad Lineal). Se crearán así las condiciones, en definitiva, para la expulsión del actual vecindario compuesto por familias trabajadoras. Al fin y al cabo, la zona de la calle Antonio Pirala (La Elipa) es considerada “residual” según el diseño del Ayuntamiento y sus actuales aparcamiento subterráneo y pistas de deportes no parecen tener un futuro en los planes municipales.
En resumen, superar la barrera física y socioeconómica que separa los distritos de Salamanca y Ciudad Lineal facilitando, mediante una conexión peatonal y amable, la comunicación entre los vecindarios de ambos lados de la M30, nos parece una buena idea que este proyecto –LA LOSA DE VENTAS- del Ayuntamiento echa a perder renunciando a una intervención ambiciosa y una gestión de la movilidad (1400000 vehículos circulan actualmente por la zona a través de los 16 carriles de la M30) acorde con los objetivos de reducción del ruido y la contaminación que padecen los vecinos de la zona.