Este miércoles, 2 de marzo, la empresa minera TOLSA procedió a realizar un movimiento de tierras sobre uno de los taludes de la laguna Grande de Ambroz, entre los distritos de San Blas-Canillejas y Vicálvaro. Según exponen desde la organización SEO/BirdLife, «se da la circunstancia que, en ese talud, se encuentra una colonia de abejarucos europeos, un ave migratoria que pasa el invierno en África, y que tiene una veintena de nidos excavados allí, a los que regresan para criar todas las primaveras». En este sentido», hay que recordar que la legislación española protege los nidos de todas las aves, estando, por lo tanto, prohibida su destrucción».
Según parece, añaden, «esta actuación se llevó a cabo por una orden de la Comunidad de Madrid. Resulta muy sorprendente, por tanto, que la Dirección General de Biodiversidad y Recursos Naturales de la Comunidad no tuviese constancia de la existencia de esta colonia de aves». También sorprende que «no haya existido ningún tipo de coordinación con el Cuerpo de Agentes Forestales, lo que garantizaría que la ejecución de estos trabajos, aparentemente sin terminar, se hiciese sin amenazas para la flora y fauna del lugar. Tampoco parece que haya habido coordinación con el SEPRONA, ni con la Policía Municipal de Medio Ambiente de Madrid».
El Grupo de Trabajo para la protección y conservación de Las Lagunas de Ambroz y su Entorno, en el que participan las Asociaciones Vecinales de Medio Ambiente de San Blas-Canillejas y Vicálvaro, Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife, grupo local WWF de Madrid, GRAMA, la FRAVM y varias organizaciones científicas, «trabaja exhaustivamente para defender este gran humedal natural de la ciudad de Madrid, originado por el abandono de una mina de sepiolita y sobre el que pende la amenaza de la reactivación de la explotación minera por la propia TOLSA».
A pesar de que el Ayuntamiento de Madrid ha aprobado en el Pleno municipal una declaración para asegurar la protección de estas lagunas, la Comunidad de Madrid ha rechazado recientemente una Proposición No de Ley (PNL) con objetivos similares. Los movimientos de tierra denunciados «son el último ataque directo a la biodiversidad local es una nueva muestra del grado de indefensión y la falta de interés político en proteger el que es sin duda alguna uno de los espacios naturales con mayor valor ecológico del municipio de Madrid».
El Grupo de Trabajo para la protección y conservación de Las Lagunas de Ambroz y su Entorno exige que se pare esta obra «de forma inmediata, hasta que se diseñe un plan de restauración que garantice la conservación de los nidos de esta especie protegida, pero también del resto de especies de fauna y flora que habita en este entorno, muchas de ellas con delicados estados de conservación a nivel nacional y regional». Las labores llevadas a cabo por la empresa «han supuesto un impacto visible y han causado ya daños irreparables en la estructura ecológica del entorno».
«Es evidente la deficiencia en la gestión que la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid ha llevado a cabo en este caso, y la necesidad que existe de que las distintas Administraciones cuenten con el Grupo de Trabajo para la protección y conservación de las Lagunas de Ambroz y su Entorno a la hora de seguir gestionando este espacio», denuncian.
Hasta que esto ocurra, continuará «el dispositivo de vigilancia ciudadana establecido, gracias al cual se ha conocido esta agresión ambiental, y se han impedido daños mayores». Asociaciones ecologistas y vecinales exigen que «se detenga la constante agresión a la que se somete a este espacio natural, y se cumpla con lo dispuesto en el artículo 45 de nuestra Constitución». En esta línea, la Junta Directiva Juvenil e Infantil de SEO/BirdLife «colabora en el citado Grupo de Trabajo y apoya e impulsa todas las iniciativas encaminadas a la protección, divulgación y restauración de este humedal del municipio de Madrid».
Foto: SEO/BirdLife