«Estupor y rabia». De esta manera ha recibido la Asociación Vecinal Pasillo Verde Imperial una notificación de la Junta Municipal de Arganzuela que la obliga a desalojar el Huerto Urbano Comunitario de Las Vías el próximo 22 de enero. Pero la entidad, que argumenta que aún le queda un año de cesión, no está dispuesta a abandonar el espacio, y para impedirlo ha iniciado una campaña de denuncia, además de anunciar que recurrirá el desalojo en los tribunales.
«El huerto urbano comunitario, abierto a toda la vecindad, es un punto de encuentro y convivencia en el distrito que reúne a varias generaciones en torno a la siembra y el cuidado de las plantas», exponen sus promotores. Entre sus numerosas actividades, el huerto recibe la visita y participación de niños, jóvenes, adultos y mayores: visitas semanales de niños y niñas del cercano colegio Marqués de Marcenado para que los más pequeños tengan su primer contacto con la agricultura, de personas atendidas por el Centro de Rehabilitación Psicosocial (CRPS) de Arganzuela o de grupos de mayores de Madrid Salud dentro del programa de #SoledadNoDeseada del Ayuntamiento.
El espacio es hoy un vergel, fruto de horas de esfuerzo, duro trabajo e ilusión de más de cincuenta hortelanos, que ahora miran con incomprensión y asombro cómo la Junta Municipal de Arganzuela exige que todos los cultivos sean arrancados y destruidos.
El huerto de las Vías nació a partir de una propuesta de los Presupuestos Participativos en 2016 y la cesión a la Asociación Vecinal Pasillo Verde Imperial para 4 años en diciembre de 2017 de una parcela municipal del polideportivo Marqués de Samaranch que estaba sin uso, dentro del programa de huertos urbanos comunitarios diseñado con la FRAVM y la Red de Huertos Urbanos.
En mayo de 2018, en un concurso público, Pasillo Verde Imperial ganó la gestión por 2 años prorrogables. Pero en 2019, unas obras en el polideportivo llevaron a la suspensión temporal de la cesión y a un traslado del huerto a otra parcela alternativa hasta el final de las obras. A pesar de diversas peticiones realizadas por la asociación vecinal, la Junta de Arganzuela nunca notificó a la entidad el final de las obras, el retorno a la parcela original y, por lo tanto, el fin de la suspensión temporal. Por todo ello, el colectivo rechaza la decisión tomada por la Junta de Distrito, considera que aún le queda un año de cesión y anuncia que recurrirá a la justicia para impedir el desalojo el 22 de enero.
Asimismo, los vecinos denuncian la «falta de transparencia y sensibilidad de la Junta de Arganzuela y el Ayuntamiento al haber mantenido en secreto unos planes» para desmantelar un huerto que, a su juicio, «no solo no hace daño a nadie sino que regala salud y alegría, algo muy necesario en estos tiempos de pandemia donde cuidar la salud física y mental de los ciudadanos es más necesario que nunca». Por todo ello, la asociación vecinal pide a la Junta Municipal de Arganzuela y al Ayuntamiento de Madrid que «reconsideren la decisión tomada y mantengan abierto el diálogo con los vecinos y vecinas».