“Soy mamá de Dieguito, quien por problemas al nacer, sufrió una lesión en el nervio facial, lesión que le ha impedido sonreír”, cuenta María Eugenia Terán Quintero en una campaña que ha puesto en marcha con el fin de que su hijo pueda acceder a dos cirugías que le permitan sonreír
Diego es un niño de 13 años que padece de parálisis facial periférica del lado derecho que amerita de dos cirugías, las cuales se realizan en la Clínica Universidad de Navarra. “Diego es un niño muy noble, sensible, responsable y cariñoso, pero debido a su condición no se permite la comunicación fluida con las demás personas. Desde muy pequeño siempre se ha cohibido a la hora de expresar sus emociones y socializar ya que sus expresiones faciales no son las ‘normales’”, cuenta la madre.
Debido a lo antes señalado, ha sido objeto de bullying por sus compañeros del colegio, lo cual ha ocasionado resistencia física y mental para asistir voluntariamente a cualquier actividad que implique interactuar con la sociedad juvenil y adulta.
“Como madre, ver y oír expresiones de mi hijo como el pedir en sus cartas al niño Jesús o al espíritu de la navidad el ‘ser un niño que pueda sonreír…’, y no la bici o consola de última generación, y agradecer a la pandemia por el uso continuo y obligatorio de la mascarilla ya que está le ha permitido esconder su dificultad ante los demás, me causa dolor, angustia e impotencia”, agrega Terán en la campaña.
“Es por este motivo que nos hemos trasladado a España con el objetivo principal de lograr la anunciada cirugía y así regalarle por primera vez una sonrisa a Diego”, sentencia la madre.
