El Ayuntamiento de Madrid ha paralizado el uso de las mascarillas fabricadas con grafeno que han sido distribuidas entre todo el personal municipal, después de que País Vasco, Castilla y León y dos hospitales de la Comunidad de Madrid (Infanta Sofía y Príncipe de Asturias) hayan decidido su retirada como medida de precaución por los riesgos para la salud que puede conllevar su uso.
Por su lado, desde la Comunidad de Madrid se están revisando dónde se han distribuido las mascarillas de grafeno y están a la espera de alguna comunicación por parte del Ministerio de Trabajo respecto a la validez o no de dichas mascarillas, y por tanto, si tienen que ser retiradas o no, tal y como ha indicado esta mañana el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero.
En un informe realizado tras la consulta formulada por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el Ayuntamiento de Madrid señala que al existir “incertidumbre respecto al desprendimiento de las nanopartículas de grafeno en las mascarillas fabricadas con este material”, de acuerdo con “un principio de precaución general, se recomienda la retirada y no uso de las mascarillas que contengan grafeno en su composición”.
El informe, firmado por el jefe del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de Madrid Salud, organismo autónomo del Ayuntamiento de Madrid, señala que la retirada de estas mascarillas será efectiva “hasta que las autoridades especializadas determinen si es posible usarlas sin riesgo para el personal municipal”.
El documento, que lleva como título ‘Informe relativo a consulta de CSIF relativo a las mascarillas de grafeno’, se apoya en la Alerta del Gobierno de Canadá sobre el potencial riesgo para la salud por el uso de estas mascarillas y que de manera cautelar ha retirado del mercado todas las mascarillas que contengan este material.
Ayer, CSIF exigió al Ministerio de Sanidad que compruebe el uso de mascarillas con grafeno en toda España y que proceda en su caso a su retirada inmediata. Todo ello una vez que País Vasco y la Junta de Castilla y León han paralizado la distribución de estas mascarillas FFP2, tras la reclamación de CSIF, tras detectarse en centros de salud y hospitales de varias provincias. Hasta el momento no se ha detectado ningún efecto adverso por la utilización de estas mascarillas.
Según informaba el servicio de Salud de esta comunidad autónoma en una circular, la Agencia del Medicamento está evaluando una alerta procedente de Canadá (donde se ha ordenado el cese de la distribución) respecto a unas mascarillas de la marca Shenquan con este componente.
En España, esta marca ha distribuido mascarillas FPP2 con este componente y CSIF las ha detectado al menos en centros de salud de Sevilla, así como en los hospitales madrileños Infanta Sofía (San Sebastián de los Reyes), Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares) y ahora en el Ayuntamiento de la capital.
En la Comunidad de Madrid, CSIF ha remitido a sus delegados en todos los hospitales de la región un modelo de solicitud para que pidan en sus respectivos centros la retirada de estas mascarillas FFP2 con grafeno, en caso de que las estuvieran utilizando.
CSIF demanda que «se informe adecuadamente y con transparencia a los Comités de Seguridad y Salud Laboral sobre los riesgos reales demostrados, centros donde se ha distribuido, marca y tipo de mascarilla por la que se ha sustituido, así como sobre los estudios que vayan a llevarse a cabo y sus conclusiones».
Además, el sindicato reclama que «se proceda a realizar vigilancia de la salud a todas las personas trabajadoras que hayan hecho uso de estas mascarillas, con una escrupulosa valoración del aparato respiratorio».