Puedes seguir todas las noticias de actualidad de Chamberí que publicamos desde Gacetín Madrid a través de nuestro canal en Telegram >> enlace
El grupo municipal de Más Madrid ha denunciado este domingo «la arbitraria decisión» del concejal-presidente de Chamberí, Javier Ramírez (PP), de no prorrogar la cesión del local de Bravo Murillo 39, en el que, desde hace cuatro años se desarrollaba el proyecto vecinal de la Casa de Cultura.
Este local se encontraba cerrado hasta el año 2017 cuando se cedió, tras un procedimiento público, a un grupo de AMPAS, asociaciones vecinales y culturales que abrían así al barrio un punto de encuentro «que ha ido creciendo y llenando Chamberí de cultura, actividades, clases para los más pequeños, debate, iniciativas solidarias o lecturas de poesía.»
A pesar de esto y de que el propio concejal ha reconocido que no saben aún a qué se va a dedicar este local, el Ayuntamiento ha optado por no renovar la cesión y «privar así a Chamberí de este punto de encuentro tan enriquecedor para el distrito».
“Otra vez el Ayuntamiento de Madrid amenaza con cerrar un espacio vecinal. No es un hecho aislado” ha afirmado el concejal Nacho Murgui para quien esta decisión forma parte de “un programa de gobierno que pasa por el intento de destruir al movimiento ciudadano porque les es incómodo y es una garantía de defensa de los derechos democráticos como se ha demostrado en muchas ocasiones, como por ejemplo en la defensa del mural de Ciudad Lineal».
Para Murgui “no es una novedad, la alergia de la derecha por los movimientos vecinales, es conocida por todos pero esto es una demostración de que en nuestra ciudad se impone la versión más radical del conservadurismo y que su proyecto político es cada vez más trumpista”.
Por su parte el concejal Felipe Llamas ha calificado la decisión de “arbitraria” y ha recordado que nos encontramos ante “un espacio en el que trabajan más de 20 colectivos que realizan todo tipo de actividades muy interesantes para el barrio, incluido programas de soledad no deseada para los mayores del barrio».
«Por ello es triste ver cómo se toman estas decisiones que podemos calificar de sectarias cuando ni siquiera se ha oído a este colectivo, no se les ha atendido ni evaluado su trabajo. Son decisiones lamentables que afectan a la vida del distrito”, ha concluido.