El ISCIII financia seis nuevos ensayos para mejorar la prevención, diagnóstico y tratamiento del COVID-19

Gacetín Madrid

Los proyectos evaluarán tratamientos antivirales, test diagnósticos con nanotecnología, reposicionamiento de fármacos utilizados en otras indicaciones y prevención farmacológica en personas sin infección. Todos los estudios implican a centros de varias comunidades autónomas para ofrecer una respuesta lo más amplia posible.

El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha seleccionado y ha aprobado para su financiación seis nuevos proyectos que abordarán aspectos preventivos, diagnósticos y terapéuticos del COVID-19, como parte del fondo lanzado por el Gobierno para apoyar la investigación en torno al coronavirus SARS-CoV-2 y a la enfermedad que provoca.

Los seis nuevos estudios financiados, que se unen a los dos primeros ya anunciados, responden de nuevo al objetivo principal de impulsar estudios cuyos resultados tengan la suficiente solidez clínica como para que puedan ser aplicados a corto plazo en los pacientes y en el Sistema Nacional de Salud. Los ensayos que se están financiando cumplen con la máxima de incorporar a varios centros de diversas autonomías, con el objetivo de ofrecer una respuesta lo más global posible a la pandemia.

Siguiendo un diseño basado en la estrategia general que el ISCIII ha preparado en la investigación frente al coronavirus SARS-CoV-2, estos nuevos proyectos abordarán aspectos preventivos, diagnósticos y terapéuticos del COVID-19.

Por un lado, dos de los ensayos clínicos ahora financiados evaluarán un mínimo de siete tratamientos diferentes utilizados en muchos hospitales, por lo que permitirán priorizar de forma científica entre las distintas opciones. Los demás estudios abordan nuevos test diagnósticos basados en la nanotecnología, el reposicionamiento de fármacos utilizados en otras indicaciones y un ensayo clínico de prevención farmacológica en personas que no han tenido infección por el SARS-CoV-2.

Estos seis nuevos ensayos se suman a los dos primeros ya aprobados y financiados, que ya están en desarrollo y que analizan, respectivamente, el uso combinado de fármacos antivirales con bloqueantes de la hiperinmunidad en estadios precoces de la enfermedad y la utilización de plasma con anticuerpos de pacientes ya curados. En los ocho estudios financiados por el momento, el ISCIII ha invertido 2,6 millones de los 24 millones que tiene el Fondo COVID-19 para sufragar investigaciones.

El ISCIII ha recibido más de mil propuestas de centros de todas las comunidades autónomas, y próximamente se anunciarán más aprobaciones de nuevos proyectos de investigación más orientados al conocimiento de la biología del virus y la generación de registros de pacientes.

Ensayos

Dos de los estudios aprobados reforzarán el análisis de tratamientos antivirales, un ámbito que ya está desarrollando uno de los primeros ensayos financiados por el Fondo COVID19.

En el primero, la investigación comparará tres diferentes esquemas de tratamiento con diversos medicamentos antivirales (hidroxicloroquina, lopinavir-ritonavir y la combinación entre hidroxicloroquina y azitromicina). Está liderado por el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Paz de Madrid (IdiPaz) y en ella participarán más de 30 hospitales de diversas comunidades autónomas.

El segundo de los ensayos con antivirales se enmarca en el estudio internacional Solidarity de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estará protagonizado por el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico de Madrid y comparará la eficacia comparada de los medicamentos remdesevir, ritonavir/lopinavir, hidroxicloroquina e interferón beta. El objetivo final es encontrar lo más rápidamente posible los mejores tratamientos para la enfermedad, ayudando con ello a reducir la heterogeneidad de los protocolos terapéuticos que los distintos hospitales españoles están utilizando.

El tercer ensayo estará liderado por el Hospital Universitario de Elche y va a estudiar el tratamiento con una dosis semanal de un fármaco (mefloquina, en forma de pastilla, que solo será necesario ingerir una vez a la semana) como método de prevención para no desarrollar la enfermedad. Este abordaje quimiopreventivo, cuyo efecto se comparará con el de placebo, busca evitar que población sana contraiga el COVID-19, gracias a una opción denominada quimioprofilaxis pre-exposición. Hospitales de las provincias de Alicante, Murcia y Madrid participarán en el ensayo.

Con respecto al cuarto ensayo, analizará un medicamento, denominado defibrotide, para tratar de reducir el distrés respiratorio, que es la principal complicación pulmonar del COVID-19 y la responsable de que muchos pacientes precisen de tratamiento en unidades de cuidados intensivos. Se trata del primero de los estudios financiados por el Fondo COVID-19 que evalúa el reposicionamiento de un fármaco, es decir, el uso de un medicamento ya utilizado en otras patologías para tratar la enfermedad por coronavirus. Este ensayo lo lidera el Instituto Murciano de Investigaciones Biomédicas (IMIB) y espera contar con la participación de centros en Cataluña, Castilla León, Madrid y, a nivel internacional, con hospitales de Estados Unidos, Israel e Italia que ya han mostrado interés en colaborar con el ensayo.

El quinto proyecto, que liderará el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico de Valencia (INCLIVA), investigará el uso de una alternativa al propofol como anestesia para los pacientes que precisan de intubación. El estudio comprobará si el sevoflurano puede sustituir al propofol, garantizando su misma eficacia y seguridad y, además, aportando una reducción del tiempo necesario de intubación gracias a sus propiedades anti-inflamatorias. En este ensayo participan también centros de Madrid, País Vasco y Valencia.

El último de los ensayos aprobados en esta segunda ronda de financiación del Fondo COVID19 está liderado por físicos de la Fundación Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Nanociencia (IMDEA-Nanociencia). Es un estudio que busca confirmar la eficacia de un novedoso test de diagnóstico rápido que permitiría reducir el tiempo de espera que requieren las pruebas por PCR y que, gracias a una nanotecnología que permite el tintado en las muestras del paciente, facilitaría y agilizaría la lectura de los resultados del test.

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