La limpieza y restauración de esta obra escultórica ha sido realizada y financiada en su integridad por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE)
La escultura, realizada por el escultor catalán Frederic Marès, obtuvo en 1923 el Premio Nacional en su categoría y está situada en la Glorieta de los Tilos
El banco decorativo, Premio Nacional de Escultura en 1923, situado en la Glorieta de los Tilos del Real Jardín Botánico de Madrid y obra del escultor catalán Frederic Marès, luce ya su mejor cara una vez que han concluido las tareas de restauración llevadas a cabo durante dos meses por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), que ha financiado en su integridad su limpieza y restauración.
La restauradora del Real Jardín Botánico, Gloria Pérez de Rada, solicitaba en 2014 al IPCE la limpieza de esta singular y original obra, dado que como consecuencia de los depósitos de suciedad acumulada en su superficie se detectaron agentes de biodeterioro que estaban atacando a la obra. Tras el preceptivo informe del estado de conservación por parte del Jardín, dónde incluía la historia de la pieza, el IPCE procedió a efectuar un estudio y análisis de la obra aprobando la intervención que ha llevado a cabo la restauradora del Instituto del Patrimonio Cultural, Elena García Martínez.
Según explica Elena García, al iniciar el proceso de restauración se observaron dos patologías principales, «por un lado las derivadas del ataque biológico que sufre el banco debido a su ubicación. Incluso por encima de la contaminación, y, por otro, las grietas y pérdidas de material productos de causas físicas y, en particular, una grieta de asentamiento que recorría el banco en su asiento y peldaño».
Un programa periódico de mantenimiento
La restauradora del IPCE señala que el primer proceso de intervención que se llevaba a cabo en el banco ha sido el de la limpieza y eliminación del biodeterioro, una operación que hubo de repetirse en varias ocasiones en las zonas más atacadas con el objetivo de garantizar en el futuro una mejor conservación y preservación de la escultura. Además, se ha establecido un programa de mantenimiento que contempla una limpieza periódica acuosa para eliminar los detritus de las aves que dañan seriamente la superficie.
Frederic Marès (1893-1991) fue un polifacético artista, con una obra escultórica basada, principalmente, en el modernismo, con ciertas semblanzas góticas, sobre todo en su escultura religiosa. Alumno brillante bajo la tutela del escultor Manuel Fuxá, que fue su maestro, obtuvo su primer premio de escultura con solo 16 años, aunque el primer reconocimiento nacional le llegó, precisamente, con la obra que alberga el Real Jardín Botánico, el máximo galardón del Concurso Nacional de Escultura de 1923 premiado con 15.000 pesetas de la época.
Dos años más tarde, en 1925, realizó su primera exposición individual en Barcelona, ciudad que en 1962 abría su museo con la colección donada a la capital catalana por el escultor. Además, algunas de sus obras más importantes, muchas de ellas vinculadas con el arte sacro, se pueden ver en ciudades como Zaragoza, Palma de Mallorca, Girona, Menorca, Elche o en países como Puerto Rico. Marès está en posesión de distinciones como el Premio Nacional de Bellas Artes (1983) o la Gran Cruz de la Obra Civil de Alfonso X El Sabio (1951).
Un avance del Art Decó
A juicio de algunos especialistas, el estilo del banco decorativo del Botánico se acerca mucho al Art Decó, que se impondrá desde 1925 y sería, por tanto, un avance del mismo. La obra está realizada en piedra y mármol, tiene casi tres metros de largo y poco menos de dos metros y medio de alto.