La marcha ciclista “por la educación pública en Arganzuela” del pasado domingo, que cumplía la friolera de ocho años, arrancó desde los terrenos de ADIF del barrio de Delicias que la comunidad educativa reclaman para la construcción del demandando instituto público. Según los organizadores, «trata de una ubicación idónea ya que es esta zona la que presenta mayores carencias en materia educativa del distrito. Y esto es mucho decir en una de las zonas de la capital con mayor déficit en dotaciones escolares».
Tal y como indicaron los organizadores del acto del domingo, todos sus colegios públicos están saturados, “los coeficientes al límite de lo legal y abriendo líneas en casi todos los cursos con las que no se contó cuando se inauguraron”. La población del distrito ha pasado de los 120.000 habitantes en 1988 a los 151.000 habitantes de 2014, pero solo dispone de dos institutos para atender la demanda de nueve colegios públicos. Ninguno de esos centros se halla en la zona que engloba los barrios de Legazpi, Delicias, Palos de Moguer y Atocha, en la que viven más de 70.000 vecinos y vecinas. “Logroño es una ciudad que tiene aproximadamente el mismo número de habitantes que Arganzuela y cuenta con ocho institutos públicos”, resaltan las AMPAs de estos barrios en una nota que hicieron pública con motivo de la marcha ciclista.
El número de líneas (clases por curso) de los centros públicos del distrito sirve para mostrar su grado de saturación: “para 27 líneas en colegios hay 15 de Secundaria, de las que hay que quitar las del CEIPSO Tirso de Molina, que no da ni Bachillerato ni puede asegurar 4º de ESO con el actual crecimiento exponencial de la población y por falta de espacio”. Esto implica que cada año 27 clases de 6º de Primaria deben repartirse en 12 clases de 1º de ESO en institutos públicos y que, por tanto, unos 150 alumnos se quedan sin plaza en el distrito.
Las AMPAs aseguran que para el curso 2016-2107, 94 personas no han podido obtener plaza de Bachillerato en sus dos institutos públicos. “Los números no engañan y cada curso tenemos un gran porcentaje de alumnos obligados a desplazarse a institutos de otros distritos”, sostienen AMPAs y AAVV, antes de concluir: “con todos estos datos la necesidad del tercer instituto público es manifiesta, y probablemente se queda corta y haría falta otro más”. De este modo, como llevan haciendo desde febrero de 2008, demandan “a las autoridades educativas, municipales y de la Comunidad de Madrid” que se pongan de acuerdo y lo construyan cuanto antes.
Desde esa fecha, han llevado a cabo acciones de todo tipo para reclamar el instituto: recogidas de firmas, matriculaciones virtuales, jornadas pedagógicas, manifestaciones, marchas en bici y a pie, en patines… acciones que han conformado un heterogéneo y persistente movimiento en el distrito que tiene claro que no va a tirar la toalla hasta lograr su objetivo.