En el último tramo de este 2025, la Comunidad de Madrid ha alcanzado cifras históricas en emprendimiento, con más de 438.000 autónomos y un tejido de pequeñas empresas que no deja de crecer. Sin embargo, miles de estos negocios afrontan ahora una cuenta atrás decisiva: la nueva normativa de control horario que entrará en vigor en 2026.
La ley exigirá que todas las empresas, incluidas pymes y autónomos, utilicen sistemas digitales de registro de jornada que garanticen la trazabilidad, la integridad de los datos y el acceso inmediato ante una inspección.
Todo ello supone un desafío para muchos comercios, talleres, despachos y negocios familiares madrileños que todavía gestionan el control horario mediante papel, hojas de cálculo o métodos analógicos, y que son insuficientes para cumplir los nuevos requisitos.
2026 está a la vuelta de la esquina, por lo que digitalizar el control horario ya no es una opción, sino una necesidad urgente para evitar sanciones y adaptarse a un modelo de gestión laboral más seguro, ágil y fiable.

Qué exige exactamente la ley de registro horario
El Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social ha elaborado una guía que establece cómo debe hacerse este control de la jornada laboral. Y esto implica que los negocios deben abandonar definitivamente los métodos manuales y adoptar herramientas diseñadas para garantizar la transparencia.
En este proceso de adaptación, muchas pymes madrileñas ya están optando por un sistema de control horario para trabajadores que facilite el cumplimiento legal sin añadir carga administrativa.
La ley concreta una serie de requisitos mínimos que todas las empresas deberán cumplir:
- Registro diario obligatorio que refleje entradas, salidas y pausas.
- Disponibilidad inmediata de la información ante una Inspección de Trabajo.
- Conservación de los registros durante cuatro años, sin modificaciones posibles.
- Sistema inalterable y trazable, que permita auditar cualquier movimiento.
- Eliminación de métodos manuales o manipulables.
Los errores más comunes entre las pequeñas y medianas empresas
La Inspección de Trabajo ha advertido que gran parte de las infracciones en control horario no se deben a malas prácticas intencionadas, sino a la falta de digitalización o al uso de sistemas poco fiables. Estos son los fallos más habituales:
- Registrar entradas y salidas en papel o fichas tradicionales.
- Utilizar plantillas en Excel sin trazabilidad técnica.
- No incluir pausas, incidencias o variaciones de turno.
- No disponer de informes claros en caso de inspección.
- Tener diferentes sistemas en distintos centros o equipos.
- No registrar correctamente el teletrabajo o las jornadas híbridas.
Por qué digitalizar ahora evita problemas futuros
Aparte de ser una medida recomendada, la transición hacia un registro de fichaje digital es también una condición imprescindible para cumplir la ley a partir de 2026. Además de evitar sanciones, digitalizar el control horario aporta beneficios directos para la gestión diaria de cualquier pequeño negocio:
- Reduce errores al automatizar los fichajes y eliminar manipulaciones.
- Ahorra tiempo administrativo, gracias a informes automáticos listos para una inspección.
- Aporta seguridad jurídica, garantizando que los datos se conservan íntegros durante los cuatro años que exige la normativa.
- Facilita la organización interna, al permitir gestionar turnos, pausas, teletrabajo o incidencias en un mismo panel.
- Mejora la transparencia entre la empresa y los trabajadores porque evita conflictos por las horas no registradas.
La ventaja de soluciones locales: el caso de Contamoney
Una de las dificultades más habituales entre autónomos y pequeños negocios es encontrar herramientas digitales que sean sencillas, asequibles y realmente adaptadas a la normativa española. En este contexto, contar con empresas locales que entienden las necesidades del tejido empresarial madrileño es un valor diferencial.
La empresa madrileña Contamoney ha desarrollado un sistema de control horario pensado específicamente para pymes y autónomos que necesitan cumplir la ley sin complicaciones técnicas ni inversiones elevadas.
Su propuesta diferenciadora se basa en estos puntos:
- Fichajes online desde cualquier dispositivo, sin necesidad de instalar equipos.
- Informes automáticos, preparados para presentar ante Inspección de Trabajo.
- Trazabilidad completa e inalterable, cumpliendo los requisitos legales para 2026.
- Gestión de teletrabajo, turnos y jornadas variables.
- Almacenamiento seguro, que garantiza la conservación íntegra del registro durante cuatro años.
Además, su gran ventaja frente a otras soluciones del mercado es que integra el control horario con la facturación, la contabilidad y la gestión administrativa del negocio, permitiendo centralizar toda la información en un único sistema.
Y para muchos negocios que quieren evitar tener distintos programas para cada tarea, esta integración supone un ahorro de tiempo, menos errores y una gestión mucho más fluida.
Adaptarse hoy para evitar problemas mañana
La Comunidad de Madrid se encuentra en un momento de crecimiento empresarial al alza, pero este avance debe ir acompañado de una modernización real de los procesos internos.
Digitalizar el control horario es una necesidad inmediata para evitar sanciones, mejorar la organización interna y adaptarse a un modelo de gestión más ágil, seguro y transparente.
Las pymes madrileñas que den el paso antes del cambio normativo no solo cumplirán la ley sin sobresaltos, sino que también podrán mejorar la eficiencia de su negocio y simplificar tareas que llevan años siendo un problema.
