La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una seria advertencia dirigida a la población sobre un producto que forma parte de la dieta diaria de miles de personas, particularmente en el desayuno o la cena, señalando que su composición podría estar «arruinando la salud en secreto» debido a un alto contenido de ingredientes perjudiciales.
La alerta se centra en el consumo regular y excesivo de un componente que la OCU califica como crítico en muchos alimentos procesados. Aunque la OCU investiga varios grupos de productos, sus alertas más recientes se han centrado en:
Alto contenido de azúcares o grasas saturadas ocultas
La OCU recuerda que, si bien la industria alimentaria ha mejorado el etiquetado, todavía existe un riesgo significativo en productos de consumo masivo presentados como saludables, como ciertos cereales de desayuno, yogures de sabores o bollería industrial.
La alerta de la organización se basa en estudios nutricionales que demuestran que muchos de estos productos contienen niveles excesivamente altos de:
- Azúcares añadidos: Consumidos a diario, contribuyen significativamente al riesgo de padecer diabetes tipo 2, obesidad y problemas cardiovasculares.
- Grasas saturadas y aceites de palma: Su ingesta regular puede elevar los niveles de colesterol LDL («malo»), aumentando el riesgo de enfermedades del corazón.
- Aditivos y edulcorantes: La OCU ha manifestado en varias ocasiones su preocupación por el uso de edulcorantes artificiales en sustitución del azúcar, cuya seguridad a largo plazo sigue siendo objeto de debate.
La OCU insiste en que el problema no radica solo en el producto aislado, sino en su frecuencia de consumo, ya que al consumirlo cada mañana, el impacto negativo se acumula en el organismo.
Recomendaciones de la Organización
Para contrarrestar el riesgo, la OCU hace un llamamiento a los consumidores para que se guíen por el etiquetado, prestando especial atención a:
- Evitar listas de ingredientes largas: Cuantos menos componentes tenga un producto, más natural suele ser.
- Revisar los azúcares: Comprobar la columna de «Azúcares por 100g» en la tabla nutricional y elegir opciones bajas o sin azúcares añadidos.
- Priorizar alimentos frescos: Sustituir los procesados por frutas, cereales integrales y lácteos naturales.
La OCU enfatiza que un cambio de hábitos en el desayuno es crucial para prevenir problemas de salud a largo plazo.

