Las negociaciones del nuevo Convenio Colectivo de los Servicios Funerarios del Ayuntamiento de Madrid (SFM) han llegado a un punto muerto. Tras 18 meses de diálogo, la plantilla de la empresa municipal, reunida en asamblea, ha decidido no ratificar el acuerdo después de que la dirección de la SFM eliminara la cláusula que garantizaba el mantenimiento de los puestos de trabajo.
La negativa de la dirección a mantener la garantía de estabilidad ha provocado la ruptura, especialmente porque los trabajadores habían accedido a realizar «concesiones muy importantes» en el ámbito económico.
La cláusula de empleo, un compromiso roto
El punto de fricción se centra en el mantenimiento del empleo. La representación de los trabajadores pretendía conservar la siguiente cláusula, vigente en el convenio colectivo desde hace más de 20 años: «la empresa se compromete durante la vigencia del presente Convenio Colectivo a garantizar la estabilidad en el empleo de todos los trabajadores de la misma.»
Sin embargo, la Dirección de la Funeraria Municipal propuso modificarla, diluyendo el compromiso en un texto que, según los sindicatos, la «hipoteca a la voluntad empresarial»: «la Dirección de la Empresa manifiesta su voluntad, siempre que las circunstancias lo permitan, de promover la estabilidad en el empleo de todas las personas trabajadoras, durante la vigencia del presente Convenio Colectivo.»
Concesiones económicas sin contrapartida
La plantilla, a través de sus representantes, había aceptado modificar el sistema de incentivos económicos por antigüedad, lo que suponía una «importante pérdida económica» a medio y largo plazo. A cambio de esta concesión, los trabajadores buscaban avances en conciliación y otros derechos no económicos, con el fin de equilibrar los derechos laborales y la sostenibilidad de la empresa.
La decisión de no firmar se debe a que se les exigen «concesiones económicas importantes cuando por parte de la dirección se les niega una garantía de mantenimiento del empleo que ha figurado en sus convenios durante más de veinte años».
Amenaza de movilizaciones
Este conflicto se produce en un contexto de tensión previa. El sindicato CCOO, que ostenta la mayoría en la funeraria, ya había convocado movilizaciones en julio ante la intención del Gobierno municipal de recortar salarios.
En aquella ocasión, la dirección quiso imponer una modificación sustancial de las condiciones laborales a través de la alteración del sistema de antigüedad que regía el convenio desde hace más de 30 años. Las organizaciones sindicales UGT y SO se unieron a las críticas de CCOO, denunciando que el Gobierno de Almeida pretendía que «los profesionales de la SFM sostuvieran económicamente a su empresa a costa de la reducción de sus retribuciones».
Para frenar aquellas protestas de julio, la empresa se comprometió a negociar bajo una serie de premisas que, según el comunicado, «finalmente no ha cumplido». Ante la situación actual, la plantilla estudia convocar movilizaciones o acciones que paralicen la funeraria municipal de cara al 1 de noviembre, Día de Todos los Santos (Día de los Difuntos).

