La llegada del calor y de las vacaciones de verano multiplica el turismo a parajes naturales donde el clima sea mucho más fresco. Es el caso de las Lagunas de Ruidera, un lugar de gran atractivo de Castilla-La Mancha que, sin embargo, no es un punto aislado del mapa. A menos de 40 kilómetros del parque natural se encuentra Tomelloso, considerado la capital de la Mancha y con múltiples ofertas turísticas.
Tomelloso, que está a apenas dos horas de Madrid y a menos de tres horas de Valencia, se ha consagrado como uno de los lugares de mayor atractivo turístico de toda la región. ¿Por qué? Por la diversidad cultural y gastronómica que ofrece el municipio. Además de la gran conexión por carretera con la que cuenta, en Tomelloso hay numerosos ‘títulos’ que lo convierten en un lugar único.
Si se acude a las Lagunas de Ruidera para disfrutar de un paraje natural, fresco y con un toque deportivo, es necesario tener en cuenta que después se puede disfrutar de un lugar como Tomelloso. Pasar la mañana en Ruidera y descansar el resto de fin de semana en Tomelloso es un plan cada vez más habitual.
Entre las opciones que ofrece Tomelloso y que es indispensable visitar, hay que tener en cuenta varias. Siempre recordando que hay diversas opciones para hospedarse. Entre los planes más populares, destacan:
Su curiosa oficina de turismo, pues en su interior alberga la histórica Posada de los portales. Esta posada fue construida en 1778 y estuvo en funcionamiento hasta los años 60. Mantiene su forma intacta y representa el estilo de vida de la sociedad manchega de la época. Se construyó porque no había un lugar para que la gente de poder pudiera descansar en sus viajes. En concreto el arzobispo de Sevilla, que hasta en dos ocasiones pasó por Tomelloso sin una posada donde dormir.
Sus cuevas únicas, cuya longitud llegaría a los 40 kilómetros si se sumaran todas las que existen en el municipio. Su funcionamiento inicial era el de almacenar en un lugar fresco el vino. Tras excavarse más de 2.000 en todo Tomelloso, ahora forman parte de una ruta turística imperdible.

Sus bombos, una construcción única en toda España que se inventaron los campesinos de Tomelloso. Esta especie de casa elaborada únicamente con pequeñas piedras planas y haciendo una forma cóncava servía para dormir durante los trabajos en el campo. Tanto los campesinos como sus mulas se resguardaban aquí, protegiéndose correctamente del calor. Hay más de 70 en Tomelloso y todas están protegidas. En el Museo del Carro, de hecho, se puede visitar uno de estos bombos.
Sus numerosos museos, con el Museo de Antonio López Torres como gran referencia gracias a la calidad de las pinturas y dibujos del autor, así como de la arquitectura brutalista del edificio.
Sus chimeneas, históricas por ser las que utilizaban antiguamente las destilerías. Levantadas con decenas de metros de altura, estas chimeneas son fácilmente observables desde cualquier punto de Tomelloso y ya forman parte del propio mapa de la ciudad.
Sus bodegas y destilerías, con la Virgen de las Viñas como gran referencia por su importancia histórica en Tomelloso y por donde han pasado los principales representantes políticos y de la Corona, pero también otras como el popular Fundador.
Por último, su Mercado de Abastos donde disfrutar de la mejor gastronomía y del producto local. Situado en el mismo lugar donde estaba el mercado en 1932.

