El empleo en la Comunidad de Madrid creció en 72.000 personas durante el último trimestre del 2024, más de la mitad del que se creó durante todo ese año, según la los datos de la última oleada de la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El total de población ocupada en nuestra región es de 3.501.100, cifra récord de la serie histórica. La otra buena noticia es que se reduce la brecha entre hombres y mujeres a menos de 2 puntos. La tasa de ocupación es del 58,4 (+0,6 anual), casi 6 puntos más que la media nacional.
También es la más alta de todas las comunidades autónomas y la más alta en 13 años. Eso sí, la brecha de género se amplía hasta los 8 puntos (62/54). Y es más alta entre la población extranjera (67,6), sobre todo de países pertenecientes a la Unión Europea (71,9), que entre la española. Los extranjeros suponen el 19% del total de ocupados y se observa un fuerte incremento que los sitúa en niveles desconocidos desde el inicio de la crisis económica en 2008.
Por sectores, los servicios acaparan el 85 % del total de ocupación (+150.000 respecto al 2023) y la construcción sumó 19.000, mientras que la industria perdió 24.000 y la agricultura 3.700 (casi un tercio del total y ya sin apenas representación de las mujeres). El 86 % del empleo lo genera ya el sector privado, mientras que el público, a pesar de crecer en 4.000 y superar ya el medio millón, se sitúa en un modesto 14 % que es uno de los más bajos en lo que va de siglo.
El desempleo, por su parte, experimentó una fortísima bajada de 37.000 personas trabajadoras durante el otoño, un trimestre en que suele subir o bajar de forma modesta. Un tirón que permitió enjugar las subidas de las anteriores series, ya que en el cómputo anual se redujo en apenas 30.000. Los 328.500 parados son el dato más bajo desde el 2008, con la única excepción del segundo trimestre de este año. La diferencia con los reconocidos por el SEPE se mantiene en torno al +25 %.
La tasa de paro se reduce un punto hasta el 8,6 % (10,6 nacional), lo que sitúa a Madrid en un discreto noveno puesto entre todas las autonomías. Baja más entre las mujeres (-1,6) que entre los hombres (-0,5), aunque la distancia sigue siendo de 4 décimas entre unos y otras. Entre los mayores de 55 años, este índice crece hasta el 9,8 en los mayores de 55 años, sobre todo entre las mujeres (11,4). También se refleja un sorprendente dato como es la caída de casi 10 puntos entre los jóvenes de entre 20 y 24 años, principalmente entre la población masculina.
Por sectores, baja el paro ligeramente en la agricultura y la industria, se mantiene en la construcción (a pesar de la fuerte bajada de 4.000 del último trimestre) y sube anecdóticamente en los servicios (pese a los -14.000 respecto a la anterior oleada). Pero, sin duda, el mejor dato son los -26.000 del colectivo de parados sin empleo anterior o de larga duración, que bajan hasta los 155.100.
Y todo ello a pesar del nuevo récord de la población activa, que es ya de 3.829.600 (110.000 más que hace un año y 45.000 más que en la oleada anterior), Crece más entre la población española (sobre todo mujeres) que entre la extranjera (sobre todo hombres y de la Unión Europea). Los foráneos suponen un 20% del total.
La tasa de actividad (63,5) también es la mayor de todas las regiones y 5 puntos superior a la media estatal. Sube tanto en hombres como en mujeres, aunque la brecha aumenta 4 décimas hasta casi los 9 puntos (68,1 / 59,3).
“La última EPA del año confirma e incluso mejora los datos de los trimestres anteriores. El mejor, sin duda, superar esa barrera de los tres millones y medio de ocupados. Y, también, que el paro siga reduciéndose y que se acerque a niveles que no se veían desde hace dos décadas”, valora María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
“Pero no es oro todo lo que reluce y también deja algunas cuestiones que merecen ser analizadas más profundamente. Se pierde empleo en el sector industrial, el que genera empleo más estable; se debilita el sector público, lo que redunda peores servicios para los ciudadanos y debilita el estado de bienestar; la mujer, sobre todo si es extranjera, con bajo nivel de estudios o de edad avanzada, tiene muy difícil acceder al mercado laboral; la parcialidad y la temporalidad vuelven a crecer y los contratos indefinidos no lo son realmente. Urge una reforma estructural de la legislación laboral para acometer estos retos y conseguir que el empleo sea de calidad y con salarios más dignos para las personas trabajadoras”, denuncia la máxima dirigente regional de la USO.