‘Formas curvas’: 15 esculturas de Julián Rodríguez Vázquez para ver y tocar en el Museo Tiflológico de la ONCE en Madrid

Gacetín Madrid

El escultor zamorano Julián Rodríguez Vázquez trae al Museo Tiflológico de la ONCE 15 de sus obras, bajo el título de ‘Formas curvas’, que se podrán ver y tocar hasta el 22 de marzo en calle La Coruña, 18 (Madrid), en horario de martes a viernes, de 10:00 a 15:00 horas y de 16:00 a 19:00 horas; sábados, de 10:00 a 14:00 horas; cerrado domingos y festivos nacionales, de la Comunidad de Madrid y de Madrid capital.

Ana Díaz, consejera general de la ONCE, Ángel Luis Gómez, director de Promoción Sociocultural, Artística y Deportiva de la ONCE, Fran Maldonado, coordinador del Museo Tiflológico, el propio Julián Rodríguez Vázquez, y Mireia Rodríguez, técnica del Museo Tiflológico, han inaugurado la exposición en la tarde de ayer, en la que estuvieron acompañados por Teresa Rodríguez, presidenta del Consejo Territorial de la ONCE en Madrid, Antonio Bonet, doctor en Historia del arte y escritor, y el humorista Tony Antonio, ambos amigos del escultor.

Bronce, escayola, resina y madera son los materiales de las obras que componen ‘Formas curvas’, esculturas realizadas “con mucho mimo”, como señala Julián Rodríguez Vázquez, que confiesa que “cuando empecé en la escultura no pensé que fuera a exponer en la ONCE, pero me he dado cuenta de que mi obra sirve para estas personas porque, aunque no vean una escultura, cuando la tocan saben que es bonita”.

Julián Rodríguez Vázquez (San Miguel de la Ribera, Zamora, 1954), encontró, desde muy pequeño, una forma de expresión artística modelando el barro para hacer pequeñas figuras. En 1973 se asienta en Madrid junto a su primo, el también escultor Higinio Vázquez García. Su ingreso en su taller desde los 19 años marcó su aprendizaje, que completa con su ingreso en la fundición del artista de origen segoviano Eduardo Capa Sacristán.

Participa en la reforma del hospital de Gómez Ulla. Frecuenta el Parque de El Retiro y la Escuela de Artes Aplicadas. Pasa a ser alumno libre en la Facultad de Bellas Artes, previa su incorporación desde 1977, a la Fundición Capa, donde amplía sus conocimientos con la gubia, la cera, los moldes o la restauración.

A finales de los años 80 ingresa en la Facultad de Bellas Artes madrileña. Amplía conocimientos junto al escultor extremeño Juan de Ávalos. Conoce y trabaja con otros escultores como José Aledo, Tomás Parés, Víctor Ochoa, Julián Alangua o Ramón Oteiza.

El estilo de Julián Rodríguez Vázquez se orienta hacia el dinamismo compositivo y la expansión formal, con predicamento de lo curvilíneo, como se puede observar en sus esculturas de reducidas dimensiones.

Entre sus últimas versiones, el busto de Cervantes o el dedicado al barón Thyssen. Destacan, también, la resolución de los retratos de bronce de Don Juan de Borbón, el papa Juan Pablo II, o su participación en las colosales esculturas de san Pedro y san Pablo, de la fachada principal de la madrileña Catedral de La Almudena.

Entre las exposiciones en las que ha participado se encuentran ‘Centenario Círculo de Bellas Artes’ (Madrid, 1980); Salón de Otoño (Madrid, 1983); Casa de la Entrevista (Alcalá de Henares, 2006); ‘Escultura Cervantina’, Casa del Rey (Arganda del Rey, 2024) o ‘Manolete y Arganda, 80 años de una tarde para la historia’, Casa del Rey (Arganda del Rey, 2024). Julián Rodríguez Vázquez es Premio Francisco Alcántara (1982).

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