La Comunidad de Madrid crea el Consorcio Centro Nacional de Neurotecnología para el estudio del cerebro humano y que persigue convertirse en un instituto de referencia internacional en el desarrollo de nuevos avances a través de la integración de las neurociencias, la inteligencia artificial y la ética de estos avances.
El Consejo de Gobierno ha autorizado, en su reunión de hoy, celebrar un convenio con la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Administración General del Estado para la puesta en marcha de esta iniciativa con una inversión del Ejecutivo madrileño de 78 millones de euros hasta 2037.
Este proyecto contará con un presupuesto total de 200 millones y se ubicará en el campus de Cantoblanco de la UAM, junto al Parque Científico de Madrid y algunos de los centros más prestigiosos de España y del mundo en esta materia, como los Institutos Madrileños de Estudios Avanzados IMDEA Nanociencia y Alimentación, y diversos centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la UAM como el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, el Centro Nacional de Biotecnología, los institutos de Física Teórica y de Ciencias Matemáticas, entre otros.
El programa que desarrollará ha sido diseñado por un equipo liderado por el director del Centro de Neurotecnología de la Universidad de Columbia en Nueva York, Rafael Yuste, junto con el profesor de Ingeniería Eléctrica y Neurociencia de la Universidad de California-Berkeley, José Carmena, y el catedrático de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, Álvaro Pascual-Leone.
El objetivo de esta iniciativa de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades es desarrollar herramientas tecnológicas que estén basadas en los fundamentos de cerebro humano. Éstas se pondrán al servicio de la sociedad con gran impacto en áreas como la salud y la lucha contra determinadas patologías clínicas, como enfermedades crónicas en estados iniciales, trastornos del neurodesarrollo incluyendo el espectro autista, así como el parkinson, el alzheimer, la depresión, los trastornos del sueño, dolencias del ritmo cardiaco o secuelas tras el daño cerebral agudo y adquirido.
Igualmente, se busca la fundación de empresas que transformen el potencial de los resultados de investigación generados mediante el establecimiento de acuerdos y cofinanciación en proyectos y en la explotación comercial de los resultados, como son las patentes y otros resultados de interés comercial. En este proyecto tendrá una importancia destacada el departamento que velará por los aspectos éticos y jurídicos asociados al desarrollo de la nueva neurotecnología.