El teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa acogerá Más allá del Principito inspirada en El Principito de Saint-Exupéry, con idea original de Yane Bonin y texto y dirección de Pilar Ávila. Completan la ficha artística de este montaje el actor Rafa Rojas, la violinista Esther Marco y el compositor y músico Alberto Torres, y Julio Bao en el diseño de iluminación. Más allá del Principito se podrá ver en la Sala Jardiel Poncela del 12 de diciembre al 12 de enero de 2025.
El tiempo ha transcurrido desde el encuentro en medio del desierto entre el Principito y un curtido aviador. Este montaje muestra cómo decidió ser aviador y cómo la imagen olvidada de su infancia que le devolvió un extraño suceso en el desierto, no dejará ya de acompañarle hasta su último día.
Más allá del Principito es una reflexión plena sobre la inocencia vital que desde la niñez nos acompaña y dibuja la hora de ruta que deberemos seguir para convertirnos en adultos. Una obra que presenta a un personaje olvidado de sí mismo, al que un extraño suceso le devuelve la luz de su estrella. Encontrar la verdad dentro de uno mismo, entendiendo que con los ojos no siempre se ve. Porque no existe mayor alegría que caminar por la vida con la lucidez de la niñez.
Yane Bonin, ideóloga original de la obra, soñaba con la oportunidad de llevar a escena una obra de teatro que, inspirada en El Principito, aportará un enfoque diferente, una perspectiva vitalista que fuera más allá del paso del tiempo, una perspectiva que fuera Más allá del Principito.
El actor Rafa Rojas describe así su relación con este montaje: “Ahora se me da la oportunidad de poder encarnar al aviador y es cuando no solo me encuentro con el niño que llevo dentro y al que trato de mantener vivo cada día, sino a la persona grande que soy y que me hace tomar conciencia de la edad que tengo y del paso del tiempo de manera inescrutable. Todo un regalo. Gracias”.
El texto teatral y la dirección las firma Pilar Ávila, quien describe este montaje en torno a una obra que leyó a la edad de 12 años: “Aquel niño vestido como un príncipe, viajando a través de los planetas del universo, me fascinó. El pensamiento que recuerdo sobre aquella lectura fue ‘cómo un libro tan pequeño puede contener un valor tan enorme’. Y decidí que aquella historia iría conmigo allá donde fuera. No sé determinar las veces que he disfrutado con su lectura. A través de mi viaje por los diversos planetas de mi vida, siempre cuento con sus palabras: lo importante es invisible a los ojos, se ve con el corazón, lo más bello, sentir siendo grande como si fueras niño. Tener ahora la posibilidad de trabajar con un material tan valioso, llega como empezó, en forma de regalo”.