Las librerías madrileñas se plantean abandonar el Programa Accede de préstamo gratuito de libros de texto al «demostrarse ser inviable». «La concentración de adjudicaciones en un par de empresas externas al sector librero, el incumplimiento de los contratos adjudicados, las numerosas renuncias por parte de los adjudicatarios y el gran número de irregularidades detectadas han conducido a una situación insostenible también para la comunidad educativa», denuncian.
Una de las consecuencias es «que muchos alumnos, a finales de octubre, no disponen todavía de los libros que necesitan para el curso escolar». Las librerías madrileñas hacen un balance «muy negativo» de la reciente campaña de libro de texto. Demandan un sistema de adquisiciones «justo y equilibrado, que cumpla con sus objetivos y que no expulse al pequeño comercio».
Más allá de otras consideraciones, apuntan la concurrencia de dos realidades constatadas. Por un lado, «dos tercios de los contratos de este curso han sido ganados por empresas que no son librerías (una de ellas ni siquiera tiene su sede en Madrid)». Por otro lado, «una parte muy significativa de las librerías de la región han obtenido entre 0 y 3 contratos dentro del Acuerdo Marco vigente».
Ante este panorama, y «dado que enfrentan márgenes económicos que no permiten su viabilidad dentro de ACCEDE ni espacio alguno para la negociación», muchas librerías se plantean abandonar el Programa, «lo cual pondría en riesgo la continuidad del mismo ante la falta de empresas que puedan cumplir con la función de suministro a los centros escolares de la región de libros de texto y de material curricular».
«Nuevo Acuerdo Marco, peores condiciones»
Desde que se publicaron los pliegos del Acuerdo Marco actualmente en vigor —modificado respecto al anterior—, la Consejería de Educación, y, en concreto, la Dirección General de Educación Concertada, Becas y Ayudas al Estudio, ha recibido por parte de representantes de las librerías, «información puntual y precisa sobre las consecuencias que la modificación del Acuerdo Marco iba a traer consigo».
Tal y como vaticinaron, las nuevas condiciones de ACCEDE «han empeorado la situación —ya era de por sí adversa para estos pequeños comercios—, en una doble dirección: expulsando a casi todos los establecimientos libreros de la contratación con los centros escolares, y, como consecuencia de ello, generando problemas de suministro a los mismos a inicios del último trimestre del año».
Las librerías de la Comunidad de Madrid reclaman a la Consejería de Educación que «se favorezca, o al menos no se perjudique su labor como parte importante del pequeño comercio madrileño». De esta manera, en su opinión, el actual Gobierno de la Comunidad de Madrid, «no contravendría su propio programa electoral, a través de su Consejería de Educación y del Acuerdo Marco que regula el Programa ACCEDE».
«Este debería ser, incluso, una herramienta de apoyo para los negocios libreros que nacen, para proporcionarles cierta estabilidad económica y que pudieran afianzarse dentro de la industria. Consideran que este aspecto es importante por lo que supone el comercio de proximidad en la vertebración de los distritos y barrios de la región», afirman los libreros.
Por otro lado, están convencidos de que «el incumplimiento de sus promesas por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid supone un problema para garantizar la gratuidad de los libros de texto, ventaja de la que se podrían beneficiar miles de familias de nuestra Comunidad». Por tanto, «gratuidad, sí, pero no a costa del cierre de cientos de librerías pequeñas que no pueden prestar sus servicios dentro del Programa ACCEDE».
Asimismo, en opinión de representantes de las librerías, ACCEDE «incumple la normativa en materia de fomento de la competitividad, y, se quejan de la permisividad a la hora de aceptar la concurrencia de agentes ajenos a la cadena del libro: solo dos empresas han conseguido ganar casi el 60% de los concursos, ninguna es una librería y una de ellas tiene su razón social en Málaga».
«El incumplimiento de los contratos al servirlos de manera incompleta (sin organizar por lotes, sin forros o sin las etiquetas que identifican cada libro) y el alto número de renuncias por la imposibilidad de trabajar a pérdidas, es otro de los problemas derivados, inciden los libreros.
Los centros escolares, en el centro del huracán
Las librerías también ponen el acento en «el gran número de las irregularidades en los procesos de adjudicación, como no respetar las fechas de vencimiento y/o una dudosa aplicación de los criterios de desempate». A este respecto, en la reunión mantenida el pasado 25 de septiembre con la Dirección General de Educación Concertada, Becas y Ayudas al Estudio, las librerías recibieron la recomendación de trasladar las malas prácticas identificadas directamente a los directores de los centros educativos, dado que son ellos los responsables del órgano de contratación.
«Pero lo cierto es que estos no conocen bien la normativa ni qué sanciones se pueden aplicar en caso de incumplimientos. Estos deben quedar reflejados en un acta de entrega que la mayoría de las veces no se cumplimenta por parte del centro. El resultado de todo ello es que los directores quedan en una posición muy vulnerable al sufrir las consecuencias de una gestión para la cual no han recibido la preparación necesaria», explican.
El sistema de gratuidad de los libros de texto de la Comunidad de Madrid «ha puesto en serios aprietos a las librerías de la región; los márgenes de beneficio son tan estrechos que, en muchos casos, los contratos resultan insostenibles y se ven forzadas a desistir de concursar».
A principios de octubre, algunas librerías recibieron una carta firmada por directores y directoras de centros que advertía que, según la Cláusula 34 del Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares, si una empresa no presenta una oferta válida en el plazo establecido o no formaliza el contrato a tiempo, incurrirá en una penalización del 3% del presupuesto y se aplicarán restricciones para futuros contratos (art. 71.2 b de la LCSP). Además, si las empresas invitadas no responden a las solicitudes, se podría iniciar un proceso para resolver el acuerdo marco.
«Un cambio de modelo como parte de la solución»
Las librerías de la Comunidad de Madrid, desde el conocimiento directo que tienen del sector, en tanto que intermediarias entre las editoriales y los centros educativos, «quieren ser parte de la solución a los problemas derivados del Programa ACCEDE». Están convencidas de que estos se agravarán si la Consejería de Educación «no establece medidas correctoras a las actuales disposiciones del Acuerdo Marco que lo desarrolla, en vigor hasta 2026, o si no pone el foco en diseñar un sistema alternativo al actual que verdaderamente respete y apoye a los pequeños comercios en la región».
En ese sentido, desean recuperar el cheque libro que permite la libre elección a las familias a la hora de adquirir los libros escolares, «que todos los actores participen y liberar de gestión administrativa tanto a los colegios como a la Consejería». La implantación de este sistema, vigente y con éxito en otras comunidades autónomas, «se podría complementar perfectamente con la Ley de Gratuidad de la Comunidad de Madrid promulgada a través del Programa ACCEDE, favoreciendo la consecución del objetivo principal de esta ley, que no es otro que la puesta a disposición de los centros educativos de los libros escolares que precisa el alumnado, de manera gratuita y en tiempo y forma para que el curso escolar se desarrolle de manera adecuada».