La Guardia Civil y la Ertzaintza han detenido a seis personas e investigado a otras cuatro que conformaban una red criminal dedicada a estafar a centenares de víctimas por todo el territorio nacional, especialmente en la Comunidad de Madrid, por el método del hijo en apuros.
Poseían un sistema de envío masivo capaz de mandar unos 8.000 mensajes de texto diarios. En los registros realizados en las provincias de Madrid y Guadalajara se han encontrado 350 módulos de telefonía, 800 tarjetas SIM de distintas operadoras, cinco dispositivos inalámbricos de telecomunicación, cinco ordenadores y siete discos duros.
Una denuncia interpuesta en una localidad de la provincia de Ávila por este tipo de estafa por valor de 11.000 euros fue el origen de la operación “Rosbunk” de la Guardia Civil para descubrir este entramado que operaba por todo el país.
Su modus operandi consiste en que las víctimas reciben varios mensajes de texto a su dispositivo móvil de números desconocidos. En ellos alguien que dice ser su hijo le dice que se ha quedado sin teléfono móvil, que se encuentra en apuros y necesita de forma urgente una transferencia económica para volver a casa.
A través del número desde donde recibe el mensaje, el estafador logra convencer a la víctima para que acceda a realizar transferencias bancarias. En el caso de esta denuncia en Ávila, la víctima transfirió un total de 11.000 euros a tres cuentas distintas y envíos de dinero por un sistema de pagos rápidos e instantáneos.
Los agentes de la Guardia Civil analizaron la información y consiguieron identificar a los titulares de las cuentas bancarias beneficiarias de ese dinero, ubicados en las provincias de Valencia, Córdoba, Barcelona y Huesca. Continuando con los datos obtenidos se consiguieron dos posibles ubicaciones desde donde se podrían estar enviando masivamente los mensajes de texto. Dos domicilios, uno de ellos en Guadalajara y otro en Madrid, con un hombre como sospechoso.
Mientras seguía la investigación, los agentes comprobaron que la Policía Autonómica Vasca, la Ertzaintza, también estaba investigando a la misma persona dentro de su operación denominada “Pool” por al menos 20 estafas con casi 50.000 euros defraudados.
La Guardia Civil y la Ertzaintza unificaron la investigación para desarticular la red criminal. Como resultado, este mes de diciembre se han realizado dos entradas y registros domiciliarios de forma simultánea en los inmuebles citados, donde se han logrado incautar 350 módulos de telefonía, 800 tarjetas SIM de distintas operadoras, cinco dispositivos inalámbricos de telecomunicación, cinco ordenadores y siete discos duros. Además, se han recuperado 45.000 euros del dinero defraudado a varias víctimas y bloqueado cinco cuentas bancarias con más de 100.000 euros.
En total, han sido detenidas seis personas e investigadas otras cuatro a las que se les imputan los delitos de estafa, blanqueo de capitales y usurpación de estado civil.
Los estafadores conseguían enviar masivamente unos 8.000 mensajes de texto diarios. Una vez enganchaban a sus víctimas, lograban convencerles que sus hijos estaban en dificultades y necesitaban ayuda económica urgente. Las víctimas realizaban las transferencias a terceras personas, denominadas mulas, que dificultaban el rastreo de dinero.
Las mulas se quedaban con una pequeña cantidad ya pactada y el montante restante se lo entregaban a los líderes. Estos invertían parte de lo estafado en criptomonedas, con el fin de eludir el control bancario. En estos momentos se continúa analizando todo el material intervenido para poder identificar y ayudar al número total de víctimas estafadas.
La operación conjunta “Rosbunk-Pool” ha sido desarrollada por el Equipo de Delitos Informáticos y Tecnológicos (EDITE) de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Ávila, el Equipo @ de Ávila y la Sección de Internet del Servicio de Investigación Criminal de la Ertzaintza de Gipuzkoa, además de la colaboración y apoyo de la Unidad Central Operativa (UCO) de Guardia Civil.