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La Fiscalía de Madrid pide 7 años de cárcel para un productor de cine acusado de grabar y distribuir vídeos sexuales de una menor

by Gacetín Madrid

La Fiscalía Provincial de Madrid pide 7 años y 7 meses de prisión para I. A. F., un famoso productor de películas de contenido pornográfico, acusado de presuntamente grabar y distribuir vídeos de contenido sexual que se hicieron virales en las redes sociales y en los que la protagonista era una menor.

El juicio dará comienzo este lunes, 25 de septiembre, a partir de las 09:30 horas, en el Juzgado de lo Penal número 27 de Madrid (calle de Albarracín, 31). El representante del Ministerio Público le imputa los delitos de distribución de pornografía infantil, descubrimiento y revelación de secretos y posesión de pornografía infantil.

Además, subraya que la difusión video ocasionó en la testigo protegida TP-2, entre otras cosas, un trastorno por estrés postraumático de intensidad media-alta que le produjeron graves síntomas de reexperimentación de los hechos “con recuerdos y sueños que le causaban malestar y provocaban nerviosismo”. Incluso denuncia que esos hechos afectaron “gravemente” a la joven en su esfera personal, familiar y social, “debiendo dejar sus estudios al no poder continuar su proceso formativo”.

El acusado, según relata la Fiscalía, contactó en el mes de diciembre de 2012 en su condición de productor de películas de contenido pornográfico de adultos con una joven rumana quien dijo verbalmente ser mayor de edad, con la cual concertó grabar dos videos de contenido pornográfico a cambio de dinero en las que participarían él mismo, la joven, que adoptaría el nombre artístico de «Jessica Ping» o «Jessica Sing», y J. M. R. C.

Tras grabar el video, según la Fiscalía, la joven entregó a J. M.  R.  C. su tarjeta de identidad, gracias a lo cual pudo pudo verificar la minoría de edad de la chica, al haber nacido en 1995, y comunicárselo “inmediatamente” a I. A. F.. Este acusado, “a pesar de conocer que era menor de edad cuando había grabado los dos videos en los que mantenía relaciones sexuales con él y con J. M. R. C.”, esperó a que ella  alcanzara la mayoría de edad y publicó en su página web  los dos videos con contenido sexual. Estos hechos fueron denunciados por la joven en Rumanía en 2016

Posteriormente, el 21 de octubre de 2015 el acusado contactó a través de su cuenta de correo con la testigo protegido TP-2 quien solicitó poder grabar alguna escena de este tipo de contenido para adultos “y manifestando ser mayor de edad al rellenar el pliego de solicitud. La joven al tiempo de remitir su solicitud, remitió a I. A. F. varias fotos de ella desnuda que se había realizado. Al gustarle la fisonomía de la joven, ordenó a uno de sus empleados, M. P. V., que contactara con la TP-2 con el fin de que la menor grabara para la productora.

Tras varias conversaciones, la Fiscalía señala que la TP-2 acordó con I. A. F. que acudiría a su domicilio donde mantuvieron relaciones sexuales, “sin que conste que el encausado obligara a la joven de forma violenta o la intoxicara con alguna sustancia para viciar su voluntad” y conseguir que cediera a practicar sexo. I. A. F. grabó las escenas en su móvil “con el conocimiento y consentimiento de la TP-2”. Una semana después I. A. F. le remitió a otro de los acusados F. J. M. L. una foto de la joven en la que aparecía desnuda  y en la que se veía “claramente” su rostro.

De nuevo, el 30 de octubre de 2015 I. A. F. y la TP-2 se citaron en la vivienda del acusado para grabar nuevas escena de contenido sexual, esta vez junto a una joven mayor de edad. Una vez acabada la sesión I. A. F. pidió a la testigo protegido que se pusiera la camiseta de un histórico equipo de fútbol para, mientras le seguía grabando, pedirle que se la subiera dejando sus pechos al descubierto y que exclamara “Aúpa Atleti”. Ese mismo día el acusado envío el vídeo a F. J. M. N., para quien el fiscal pide tres años de prisión por el delito de posesión de pornografía infantil, y a varios jugadores de fútbol sin saber “a ciencia cierta” que TP-2 era menor de edad.

Tres días más tarde la testigo protegido telefoneó a I. A. F. advirtiéndole de que el vídeo se había hecho viral y que aún no había cumplido los 18 años, “conociendo este acusado a partir de este momento sin ningún género de dudas que la chica era menor edad”. Por este motivo, envió desde su cuenta de correo un mensaje a la web “Forocoches” para que retiraran dicho vídeo. Mientras, F. J. M. N. insistió a I. A. F. volvió a insistir para que I. A. F. le remitiera dichos vídeos.

De ahí que el acusado pidiera a J. C. P. R., para quien el fiscal también pide tres años de prisión por un delito de distribución de pornografía infantil, que se los enviara por wetransfer a F. J. M. N. para almacenarlos en su ordenador. Finalmente, en noviembre de 2015 la joven, asistida por su padre, presentó una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional de Alcobendas.

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