La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado en su sesión celebrada hoy asignar el nombre de plaza de Juan Muñoz Martín al espacio con acceso por la calle Bravo Murillo, 107 y calle del Garellano, 10, ubicado dentro del ámbito Cocheras de Bravo Murillo, en el distrito de Tetuán.
Con esta denominación se quiere rendir homenaje a este destacado escritor de literatura infantil y juvenil, que también fue profesor de bachillerato en un colegio próximo del distrito de Moncloa-Aravaca. Juan Muñoz Martín (Madrid, 13 de mayo de 1929-Madrid, 27 de febrero de 2023) ejerció la docencia durante más de cuatro décadas en el Colegio Institución Jamer de Madrid, ubicado en la calle Juan Montalvo 20, donde impartía clases de literatura.
Como escritor, Muñoz Martín obtuvo numerosos reconocimientos. En 1966 ganó el Premio Doncel con Las tres piedras; en 1979 el II premio El Barco de Vapor, con Fray Perico y su borrico; en 1984, el tercer premio Gran Angular de novela juvenil por El hombre mecánico y el segundo accésit de cuento corto Nueva Acrópolis por Algún día seré, y en 1992 el premio Cervantes Chico de Literatura Infantil y Juvenil. En 2021, fue distinguido con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Sus obras El Pirata Garrapata y Fray Perico y su borrico rondan las 70 ediciones, con más de un millón y medio de ejemplares vendidos. Pero no son sus únicos títulos de éxito. También es autor de Bandolero el pistolero y El oso Fructuoso, entre otras obras destacadas. Sus creaciones siguen liderando las ventas de El Barco de Vapor, según confirma la editorial.
Las aventuras del Fray Perico y del pirata Garrapata llegaron incluso a China cuando un profesor chino de español preguntó a un colega qué libros tenían más éxito en España y le mencionó los de Muñoz. Fue entonces cuando los utilizó para enseñar español a sus alumnos de la universidad en el país asiático.
Su última obra, El pirata Garrapata en Marte, la publicó con 92 años. Se trata, según el propio autor, de una aventura “disparatada con juegos de palabras, nombres que riman y que no se te olvidan; carteles y mensajes secretos que te hacen parte de la historia; olores apestosos, sabores odiosos, comidas repugnantes, latas caducadas; piedras, meteoritos, ojos y orejas de marcianos, arañas…, trastos que no funcionan y mi frase favorita para saber que vamos a pasar un poquito de miedo: ¿hay alguien ahí?”.
Foto: Ayuntamiento de Madrid.