Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con el Servicio Secreto de Estados Unidos (EEUU), han desarticulado una organización criminal internacional asentada en Madrid especializada en la comisión de estafas ‘online’. Hay ocho personas detenidas en España y una en Miami (EEUU), de diferentes nacionalidades, presuntamente dedicadas a estafar a empresas y ciudadanos americanos.
El entramado criminal abrió más de un centenar de cuentas bancarias en España en las que, en apenas un año, recibieron cerca de 5 millones de euros de las víctimas. La investigación ha contado con el apoyo de EUROJUST, que ha sido determinante para que las autoridades policiales y judiciales de EEUU, Panamá y España trabajaran de forma conjunta. Los agentes han incautado objetos de gran valor, entre los que se encuentran relojes de alta gama tasados en 200.000 euros, y han congelado activos por más de medio millón de euros.
La investigación se inició a raíz de una denuncia presentada por un procesador de tarjetas debido a la utilización fraudulenta de dos de sus tarjetas, pertenecientes a un ciudadano estadounidense, en un lujoso establecimiento comercial de Madrid. La compra se realizó online, si bien la recogida se efectuó en el local, reclamando el titular de la tarjeta transacciones por un importe de más de 20.000 euros.
Realizadas las primeras gestiones, los agentes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia identificaron una metodología delictiva compleja que se extendía a distintos países y múltiples víctimas y que, además, había generado millones de euros de fraude.
Las pesquisas acreditaron que, en una primera fase, los investigados utilizaban técnicas de ingeniería social, phishing y smishing para recabar datos sensibles de víctimas potenciales –personas físicas y empresas norteamericanas- relacionados con sus activos financieros.
Posteriormente, las telefoneaban (vishing) enmascarando las llamadas (spoofing) para obtener el resto de información necesaria para materializar las estafas mediante compras a través de internet, o realizando transferencias desde las cuentas de las víctimas a otras controladas por la organización desde España. En ocasiones incluso se llegaron a detectar llamadas a tres, de forma que el estafador interactuaba simultáneamente con la víctima y con su entidad financiera norteamericana para aportar los códigos de verificación y autorización de las transacciones que necesitaba para ejecutar las operaciones.
Con el avance de la investigación, los agentes identificaron al líder, y principal investigado, de la organización criminal. Se trataba de un ciudadano nicaragüense, sin arraigo en España y recién llegado a nuestro país desde Panamá, con un elevado nivel de vida.
Crearon más de 100 cuentas bancarias
En las cuentas bancarias controladas por los investigados -que han resultado ser más de 100- recibieron cerca de 5.000.000 de euros en menos de un año; si bien, fruto de la cooperación policial internacional, existen indicios que apuntan a que esas cifras pueden ser mayores (más de 200 empresas y personas estafadas y un fraude que superaría los 7.000.000 de euros). Una vez que el dinero entraba en sus cuentas, lo extraían en cajeros automáticos, lo enviaban al extranjero mediante nuevas transferencias, o bien lo convertían en criptoactivos.
El principal investigado, que hacía uso de numerosa documentación falsa para actuar con mayor impunidad, era quien controlaba de forma directa las cuentas bancarias abiertas en España. Sin embargo, él no era titular de las mismas, ya que las abría a nombre de terceras personas; unas trabajaban directamente con él, y a otras las captaba (para abrir cuentas online) normalmente entre personas con bajos recursos o indigentes.
Gran movilidad geográfica y alto nivel de vida de sus miembros
En las cuentas bancarias abiertas en nuestro país recibían los fondos fraudulentos que les permitían llevar un alto nivel de vida. En este sentido, alquilaban vehículos de alta gama, así como hoteles y viviendas en zonas residenciales exclusivas por todo el territorio nacional.
Los agentes acreditaron una gran movilidad geográfica de los miembros de la organización. Detectaron numerosos viajes por parte de la pareja del principal investigado y sus familiares desde EEUU hasta distintas ciudades españolas -Madrid, Barcelona, Mallorca, Ibiza y Málaga- con el fin de realizar un «turismo comercial». Asimismo, observaron que viajaban por las principales capitales europeas -como Ámsterdam, París o Londres- donde adquirían productos de moda y joyería de gran valor y abrían cuentas bancarias.
Investigación conjunta con el Servicio Secreto de EEUU apoyada por EUROJUST
La investigación -que ha sido llevada a cabo por expertos en la lucha contra la ciberdelincuencia de la Policía Nacional junto al Servicio Secreto de Estados Unidos a través de la Oficina de Enlace de la Embajada de EEUU en Madrid- ha permitido identificar a las víctimas en EEUU y relacionarlas con las actividades delictivas realizadas desde España. Además, el apoyo de EUROJUST ha sido determinante para que las autoridades policiales y judiciales de EEUU, Panamá y España trabajaran de forma conjunta y se pudieran realizar registros simultáneos en Miami y Madrid.
La operación ha permitido la completa desarticulación de la organización criminal, con la detención de todos sus miembros –ocho en Madrid y uno en Miami- y la incautación de numerosos objetos de cuantioso valor. Por otra parte, los agentes también han bloqueado 74 cuentas bancarias, congelando activos por más de 500.000 euros. En el domicilio registrado localizaron una zona donde almacenaban la mercancía adquirida de forma fraudulenta o a través de los fondos provenientes de las estafas, de tal forma que parecía una tienda de artículos de lujo.
Fruto de los registros realizados, los agentes han intervenido 9 relojes de alta gama -algunos de ellos tasados por las marcadas en cerca de 200.000 euros-, numerosas joyas, 44 teléfonos móviles, 4 ordenadores portátiles y 3 de sobremesa, 3 tablets y 3 monitores. Además, también localizaron sacos de ropa y zapatillas de distintas marcas de lujo, abundante documentación y tarjetas bancarias, una pistola de aire comprimido y 8 pasaportes y documentos de identidad falsos.