El Hospital Universitario Infanta Leonor ha reconocido recientemente a sus pacientes “mentores”, pacientes con experiencia que se encuentran en cualquiera de las opciones de tratamiento renal sustitutivo (que llevan tiempo en diálisis o que han sido trasplantados) y que, de manera voluntaria y a través de su experiencia con la enfermedad renal crónica, informan y ayudan a nuevos pacientes en su adaptación a esta enfermedad.
Para reconocer la labor de los “mentores”, el Hospital Universitario Infanta Leonor realizó un emotivo acto que estuvo presidido por la directora gerente de este centro hospitalario, Dra. Carmen Pantoja Zarza, junto a la jefa de Nefrología, Dra. Patricia de Sequera, la facultativa del Servicio de Nefrología y líder del proyecto del ‘Paciente Mentor’, Dra. Marta Puerta Carretero, la enfermera responsable de este proyecto, Pilar Díaz de Argote, y el jefe de Sección de Psiquiatría y Salud Mental, Dr. Fernando Mora. Además, intervinieron varios pacientes que contaron sus vivencias y agradecieron al hospital la confianza depositada en ellos al ser elegidos como “mentores”.
Modelo de educación para la salud
El programa de ‘Paciente Mentor’ del Hospital Universitario Infanta Leonor es un servicio de apoyo para ayudar al paciente con enfermedad renal crónica en el afrontamiento de su enfermedad que comenzó en febrero de 2020. Desde la Consulta de Enfermedad Renal Crónica Avanzada (ERCA) se seleccionó a 10 pacientes que dan voz al programa por sus habilidades para ser mentores (tenían experiencia con la enfermedad, empatía, serenidad y actitud proactiva para participar en el proyecto) y se les formó en habilidades comunicativas y gestión emocional, abordaje de situaciones complicadas y en la importancia del autocuidado.
Entre los objetivos de este programa se encuentran, entre otros, ayudar a los pacientes diagnosticados a afrontar adecuadamente su enfermedad, promover su capacidad para el autocuidado y disminuir su ansiedad, facilitar herramientas para mejorar el estrés y estados emocionales adversos, así como ofrecer un programa de educación y apoyo al paciente que le aporte valor en el manejo de su enfermedad.
Con este programa, se consiguen numerosos beneficios. El paciente mentor da sentido a la vi-vencia de su enfermedad a través de la acción social que realiza y se promueve su bienestar. Se intensifican los vínculos entre profesional, paciente y familia; se mejora la humanización, al incorporar los valores y emociones de los pacientes en la asistencia sanitaria, y los estándares de calidad de las unidades de ERCA.
Por último, ayuda a la toma de decisiones en la elección de la modalidad de terapia renal sustitutiva más adecuada para cada paciente, lo que repercute en el aumento de la proporción de los pacientes que eligen técnicas domiciliarias.