La joven madrileña Sandra Gómez afrontará su segundo Dakar en moto

Gacetín Madrid

Sandra Gómez Cantero (Rieju), del equipo Xraids Experience y con su habitual apoyo de Clínicas Cres, afrontará su segunda participación en la 45ª edición del Dakar, en Arabia Saudí. La polifacética piloto de Cercedilla (Madrid) arrancará, de este modo, la que será su vigésima primera temporada en alta competición, decimoséptima en ámbito internacional, a sus 29 años.

Sandra volverá a ser la única motociclista madrileña y española, ya que las otras nueve compatriotas toman parte en coches, side by side, camión y Classic. Gómez Cantero destaca entre la cuarentena de mujeres participantes (una veintena en Classic, 16 entre coches y mini buggys, y 3 en moto) y se habrá de medir con la neerlandesa Mirjam Pol -en su décima participación (debutó en 2006), dos veces triunfadora femenina y 41ª como mejor resultado general en 2020- y con la sudafricana Kirsten Landman, que fue tercera en femenina y 55ª general en 2020.

La piloto de la Comunidad de Madrid ya sorprendió en su debut hace un año, cuando completó el rali dentro del top 40, más allá de la veintena de pilotos oficiales con opciones de triunfo. Fue la única mujer debutante en 2022, acabando en la 19ª posición entre los pilotos que pisaban la arena saudí por primera vez; siendo, además, entre los españoles la segunda en su categoría y quinta en la general, con el 62º puesto absoluto.

Con esa actuación, Sandra emuló a las grandes mujeres motociclistas de la competición como las francesas Martine De Cortanze, Christine Martin, Nicole Maitrot, Veronique Anquetil, en los años 80; las alemanas Patricia Scheck y Andrea Mayer en los 90 y principios del siglo XXI, a la portuguesa Elisabette Jacinto y, por supuesto, a su compañera de trial Laia Sanz. En esta 45ª edición, Gómez se cuenta entre los 16 pilotos de motos (2 en quad) españoles, luciendo la imagen de una marca española como Rieju, que acaba de cumplir 80 años de existencia y que alcanzó esplendor en el enduro justo cuando arrancaba el Rallye Dakar de Thierry Sabine.

La primera motociclista madrileña retorna a Arabia 2. Entre el 31 de diciembre, cuando se disputa la prueba prólogo de 13 km en Sea Camp, y el 15 de enero, cuando se celebra la decimocuarta y última etapa, este 45ª Dakar está dividido en dos partes, una primera de 8 etapas -con 5.326 km, que incluye 5 especiales de más de 400 km cada una- y una segunda parte de 6 jornadas, acumulando el rali un total de 8.531 km, de los que 4.611 km son especiales; con jornada de descanso el lunes 9 en Riyadh.

Las dos especiales reinas de esta edición se concentran en la séptima etapa, el 7 de enero, con 472 km cronometrados, y en la sexta, de 467 km de especial y dentro del día más largo (6 de enero), que consta de 877,7 km. Para afrontar el gran raid, la piloto serrana agradece poder contar con el respaldo, además de Clínicas Cres y Xraids Experience, de Comunidad de Madrid, Iberfurgo, Mitas Moto, Leatt, Rieju, Zona Paddock, Furygan, Difrenos, Reydes Fisioterapia, Nutritape, Evil Bikes, Donjoy, WP Eric Augé, Galfer Brakes, Suelta los frenos, Brandevs, Trek your Way, Rotu Racing, RFME, Mahorsa, Acerbis, Dragonfly, Peris, Talio, Metal Group.

“Aprendí mucho el año pasado y tengo más ganas aún, después de un año bastante duro para mí, a nivel físico y mental, por la mononucleosis que me afectó, que me obligó a ausentarme en todas las carreras de hard enduro que me gustan. Llego a este Dakar super motivada, con ganas de competir, y habiendo trabajado bien en el Rallye de Marruecos y en Andalucía. Llego con más experiencia, lógicamente, que el año pasado, con muchas ganas, aunque, quizá, no tan fuerte como me hubiese gustado, pero, creo que estoy preparada», ha indicado Sandra Gómez Cantero.

«El objetivo principal es el común, terminar; pero, quiero mejorar día a día, en cualquier aspecto que lo haga, y ganar la categoría femenina. Creo que las etapas más duras, físicamente, me pueden ir bien. No estoy en el estado físico que me gustaría, pero sé de donde vengo, de especialidades muy exigentes y de buena base, y eso es algo a favor. Las dunas me gustan mucho, pero necesito ir cogiéndoles el punto, ya que no es algo que puedas entrenar habitualmente», ha subrayado la piloto madrileña.

«Me preocupan los enlaces, la monotonía, la postura sobre la moto, mis dolores de espalda en estos tramos; eso es lo que más me preocupa, junto con los pequeños grandes sustos que te puede dar un bache, una piedra, una duna…Con mi mecánico Abel Musso me llevo muy bien, hacemos un gran equipo y hay mucha confianza mutua, y la moto va perfecta tras lo probado. He de decir que, de momento, ha sido un Dakar duro para poder estar en la salida, por tema de patrocinadores, ya que vuelvo a no poder cubrir presupuesto; pero quiero agradecer, y mucho, la confianza que en mi participación depositan la veintena de empresas e instituciones que me respaldan», ha concluido.

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