Agentes de la Policía Municipal de Madrid, pertenecientes a Unidad Integral del Distrito Centro Norte, han desalojado una vez más la conocida discoteca sala Cool al casi doblarse el aforo máximo permitido, un local que permanece abierto a pesar de tener una orden de cese de actividad.
Los hechos ocurrieron sobre las 2 de la madrugada del pasado martes, 20 de diciembre, cuando tras recibir una queja de uno de los clientes, los agentes llegaron al local ubicado en la calle Isabel La Católica, en el distrito madrileño de Centro, y encontraron que se estaba celebrando la fiesta ‘Fucking Monday’, descrita como «la mejor fiesta internacional de Madrid con tres salas, megatron, confeti shots, artistas invitados y fiestas temáticas».
A dichas fiestas sueles acudir numerosos estudiantes extranjeros. Los policías comprobaron que según los contadores de acceso al establecimiento, en el interior había 918 personas, cuando el aforo máximo de la sala es de 520. El encargado argumentó que se estaban contabilizando las personas que entraban, pero no las que salían del lugar.
Por todo ello, los agentes accedieron al interior de la discoteca y comprobaron que era muy difícil andar por el interior ante la gran cantidad de personas allí congregadas. Por motivos de seguridad, decidieron proceder al desalojo, contabilizándose 989 personas.
Ante ello se denunció al establecimiento por incumplimiento de la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (LEPAR), no registrándose detenciones. No es la primera vez que este local es sancionado por exceso de aforo e incluso por otros motivos, como permitir bailar en sus pistas sin mascarilla durante la pandemia del COVID-19.
Es más, el establecimiento tiene sobre él desde noviembre una orden de cese de actividad. Sin embargo, la propietaria ya ha asegurado que no va a cumplir dicho cierre, ante lo que ha sido informado por los policías de las consecuencias que podría acarrear. Ahora es la Junta Municipal del Distrito de Centro quien debe tomar las siguientes medidas.