Conocido como el rey del parapente español, el 6 veces campeón del mundo, el madrileño Horacio Llorens, ha fundido su parapente con la aurora boreal, ha cruzado el océano Atlántico, Madagascar y África de norte a sur, ha volado sobre el Himalaya y sobre un volcán activo y, por si fuera poco, ha batido el Récord Mundial Guinness de Infinity Tumbling con 568 loopings consecutivos… Si alguien podía sobrevolar la montaña más peligrosa del mundo, sin duda, era él.
El K2 es conocido entre alpinistas por ser la montaña más peligrosa del mundo. Situada en Pakistán, en el sistema de los Himalayas, el K2 tiene una altitud de 8611 metros, lo que la convierte en la segunda montaña más alta del planeta, solo superada por el Everest.
Sobrevolarla podría parecer algo reservado exclusivamente para aviones, pero no. Horacio Llorens, Ramón Morillas y Tom de Dorlodot se aventuraron en la cordillera del Karakórum este pasado junio con un único objetivo: convertiste en los primeros en sobrevolar el K2 en parapente acrobático.
En unas condiciones extremas, con temperaturas de 30 grados bajo cero, Horacio y sus dos compañeros, ascendieron y descendieron las laderas del K2 y el Broad Peak aprovechando las corrientes térmicas que rodean al Glaciar Baltoro, uno de los glaciares más largos del mundo, sobre el que han volado 1100 km, durante un total de 65 horas.
Utilizando como base el Campamento de Paju, en un mismo día volaron el Mustagh Tower, el K2, el Broad Peak y Gasherbrum, marcando un antes y un después en la historia del parapente. Hemos tenido la oportunidad de hablar con Horario tras su regreso a España:
Pregunta: Hola Horacio, antes de nada, felicidades por este pedazo de proyecto. Tercera vez en Pakistán y, una vez más, vuelves a casa haciendo historia. Cuéntanos, ¿cómo surge está idea de sobrevolar la montaña más peligrosa del mundo?
Horacio Llorens: Es la tercera vez que viajo a Pakistán. Descubrí este país en 2011 cuando viajamos al valle de Hunza para batir el récord de distancia de los Himalayas. En su momento volamos 225 kilómetros; la segunda vez fue en 2016, estuvimos en el valle de Hushe, al lado del Baltoro, no llegamos a volar sobre el glacial porque desde ahí era muy peligroso y corríamos el riesgo de no poder volver, pero se nos quedó la espinita clavada…. Seis años después, aquí estamos. El objetivo principal de este proyecto era llegar volando al K2 en parapente y así lo hicimos.
Pregunta: Habéis estado fuera más de un mes, ¿cuántos días habéis volado?
Horacio Llorens: Hemos estado 28 días volando sobre el Glacial Baltoro. Durante los primeros 14 no tuvimos mucha suerte con el tiempo. Tal fue la tormenta que nos quedamos medio encerrados en Paju. Se cortaron comunicaciones, se cayeron puentes por la lluvia, se cortaron carreteras, pero tuvimos paciencia y llegó el buen tiempo. Los vuelos han sido espectaculares, ha sido como estar en una película. Las condiciones han sido muy agradables y súper seguras. Creo que nunca he volado en un lugar que me sobrecoja tanto. El corazón me latía a mil.
Pregunta: ¿Cómo era vuestra dinámica de vuelo?
Horacio Llorens: Nuestra idea era despegar en Paju y meternos lo más profundo posible dentro del Baltoro, llegar al K2, al Broad Peak y las montañas adyacentes (todos los 8000 y 7000 que había), y regresar volando al Campamento base, descansar y probar otra vez. Siempre llevábamos en la mochila tienda de campaña, sacos de dormir, comida y agua para tres días, así como los instrumentos necesarios para sobrevivir en caso de aterrizar vivo y tener que volver al Campamento andando. Teníamos que estar muy preparados.
Pregunta: Supongo que sabrás que muchos llaman al K2 la montaña maldita por la cantidad de gente que muere intentando llegar a la cima, ¿qué ha sido lo más difícil?
Horacio Llorens: Lo más difícil ha sido sobrevolar algunos glaciares perpendiculares del Broad Peak para llegar al K2 por otras vías. Siempre hemos volado con altura, seguridad y tomando decisiones en equipo, pero ha habido líneas de entrada muy peligrosas. Aterrizar en alguno de esos sitios era totalmente inviable. Nos lo tomábamos como el juego «El suelo es lava». Si tocas el suelo, pierdes… ¡así que ya puedes volar alto!
Pregunta: ¿Calificarías este proyecto como el más duro de todos los que has hecho?
Horacio Llorens: Ha sido un proyecto muy duro, mental y físicamente. Cada día era hora y media andando hasta los 4500 metros para luego volar unas siete horas. Además, hay que tener cuidado con las temperaturas, te ponen al límite. Despegas con toda la ropa que te va a hacer falta cuando estés a 25 grados bajo cero, pero piensa que llevas andando 4 horas con todo el equipo a la espalda y, como te imaginarás, sudas como un pollo. En cuanto despegas te tienes que abrir todas las capas para no congelarte con tu propio sudor.
Pregunta: El 19 de junio lograsteis lo que habéis llamado el “Grand Slam”, ¿cómo fue para vosotros ese día?, ¿salisteis con la intención de conseguirlo o surgió un poco sobre la marcha?
Horacio Llorens: Si te digo la verdad, surgió sobre la marcha. El día era excepcional, las térmicas ese día subían muy alto. Decidímos ir a una montaña nueva, a la que nadie antes había conseguido llegar volando, la Muztagh Tower (7276 metros). Aprovechamos esa montaña para acceder al K2 por otra vertiente (subiendo hasta los 7500 metros), pero seguíamos sin tener viento suficiente para batir el récord, así que decidimos volar hasta el Broad Peak y saltar al Gasherbrum IV (7925 metros). Con ese cuarto pico ¡nos dimos por satisfechos y regresamos a Paju! Habíamos hecho historia.
Pregunta: Has volado en más de 30 países y eres toda una eminencia del vuelo y la aventura, pero ¿qué hace diferente a este proyecto sobre todos los que has hecho? ¿Qué destacarías?
Horacio Llorens: Destacaría la exigencia mental que requiere volar en un sitio así. Volar sobre el K2 es toda una aventura, pero lo más importante no es llegar, es poder salir. Al final estás en el corazón de un glaciar, si vuelas bajo en algunos lugares aterrizar equivale a muerte al 99% o caminar durante días con 25 kilos a la espalda. Tienes que exigirle el 200% a tu cabeza para no fallar.
Pregunta: Última pregunta Horacio, ¿volverás a Pakistán?
Horacio Llorens: Este viaje ha sido el más alucinante de mi vida, pero batir el récord mundial es mi sueño. Lucharé por conseguirlo. Confío en que todo llega en su momento.