La Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM) considera “acelerado e improvisado” el decreto de medidas de ahorro energético del Gobierno que ha sido publicado este martes en el BOE y que tendrán que cumplir todas las administraciones, tanto la general del Estado como las autonómicas y locales, así como el sector privado.
Así, los hoteleros madrileños, que inciden «han demostrado en circunstancias muy críticas como la pandemia ser de los sectores más solidarios», coinciden en la «importancia del ahorro energético y en que hay que apoyar a Europa y hacer frente a esta crisis, pero no de una manera tan acelerada y tan improvisada como la que se ha adoptado, ya que esta norma, que estará en vigor hasta noviembre de 2023, concede un plazo de siete días para que los establecimientos se acomoden a las exigencias de control de temperatura y luz».
Desde el punto de vista de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid, «no se puede aplicar este plan de la misma manera ni en una ciudad ni en un pueblo, ni en el sector público ni el privado (comercios, hoteles, grandes superficies, cines, teatros, estaciones, aeropuertos, hostelería y centros de distribución), cuyas circunstancias y necesidades son muy diferentes».
En su opinión, considera «incoherente» aplicar estas medidas en el plazo de una semana y en pleno agosto «cuando todos los destinos están llenos de turistas». Para AEHM, el objetivo «ha sido siempre y es acometer inversiones de mejora energética para reducir el consumo, pero no aplicar estas medidas de control de temperatura, sobre todo, teniendo en cuenta las distintas olas de calor y circunstancias meteorológicas actuales».
En este sentido, la AEHM teme que este tipo de limitaciones «acabe suponiendo cancelaciones en las reservas y, por tanto, una reducción de visitante en el destino, teniendo en cuenta que se trata de un sector que vela por su confort y bienestar». Según AEHM, estas limitaciones «pueden volver a generar una incertidumbre, que tanto ha costado superar tras la COVID-19, y que podría volver a perjudicar al consumo y al turismo, afectando gravemente al sector».
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Ayuso lo tiene muy fácil: lo que tiene que hacer son permanentes inspecciones de la temperatura en La Moncloa, los despachos de los ministros (sobretodo el de medioambiente y presidencia del gobierno), sedes de garitos progres y ONG ecologistas, el Instituto de la Mujer, el Defensor del Pueblo, Congreso y Senado, INE, CIS, Ferraz, Pueblo Nuevo (Podemos), etc… ya veríamos que pronto se acababa la tontería del cambio climático y las restricciones energéticas. Si los que imponen los sacrificios a los ciudadanos no dan ejemplo, no tienen fuerza moral ni legitimidad para exigirlos. A ver si vemos cumplir a la casta política las pesadas cargas que imponen a los ciudadanos, aunque sólo fuera para variar.