La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, junto al concejal de Centro, José Fernández, ha recorrido esta mañana el barrio de Justicia, donde acaba de concluir la primera fase de su remodelación.
Los trabajos han contado con un presupuesto de 2,8 millones de euros y han supuesto la completa renovación del espacio público para priorizar la movilidad peatonal y garantizar la accesibilidad. García Romero y Fernández han estado acompañados por representantes de CERMI Comunidad de Madrid, la ONCE y la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (ACOTEX).
El barrio de Justicia, también conocido como Salesas, es uno de los seis en que se divide el distrito de Centro. Ubicado al noreste del mismo, está configurado por un tejido residencial de gran valor arquitectónico, la mayor parte de finales del siglo XIX, y cuyo espacio público no se correspondía con el alto valor patrimonial y la calidad de sus edificios. Asimismo, la zona dispone de un tejido comercial y hostelero de gran dinamismo.
La reforma ha englobado la parte sureste del barrio, delimitada por las calles Barquillo, Fernando VI, Bárbara de Braganza, Prim y paseo de Recoletos. En concreto, se ha intervenido en las calles San Lucas (entre Barquillo y Santo Tomé), Santo Tomé, Piamonte (entre Barquillo y Conde de Xiquena), Marqués de Monasterio, Conde de Xiquena, Tamayo y Baus, Almirante y Prim.
Actuación integral
El proyecto ha supuesto la ampliación de aceras reequilibrando la sección de la calle, la garantía de la accesibilidad universal, la mejora del arbolado con la plantación de nuevos ejemplares, la mejora general del alumbrado público con luminarias de alta eficiencia energética y la ordenación y renovación de todo el mobiliario urbano.
Para mejorar la movilidad peatonal y asegurar las condiciones de accesibilidad, las calles de muy baja intensidad de movilidad rodada y sección reducida se han transformado en calles de plataforma única de prioridad peatonal, donde se mantiene el acceso a los vehículos de emergencias y a los privados cuyo destino sean los garajes o aparcamientos existentes, así como para carga y descarga de mercancías y viajeros, dentro de los espacios reservados para ello. Las calles con esta configuración son las de San Lucas, Santo Tomé y Piamonte.
Por su parte, la calle Tamayo y Baus se ha peatonalizado para configurar una nueva plaza frente al teatro María Guerrero. De esta forma se ha creado un espacio estancial que pone en valor al teatro y genera una zona arbolada de encuentro para el barrio.
El resto de las calles mantiene su sección actual de aceras, aparcamiento en línea y calzada, pero se ha reordenado el mobiliario y el alumbrado para maximizar el espacio disponible de las aceras. Además, se han aumentado los pasos de peatones y estos se han elevado en las intersecciones para templar el tráfico de paso.