El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha rechazado imponer toques de queda aunque su intención es prohibir las cuatro macrofiestas que tienen previsto celebrarse en Nochevieja, una en la capital y otras tres en municipios del norte, acogiendo entre 500 y 1.000 personas cada una. Así lo ha anunciado el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, en una entrevista para Es Radio.
«Yo creo que a lo mejor no es el momento de celebrar eventos extraordinarios con muchas personas y eso es lo que se va a plantear desde la Dirección General de Salud Pública», ha indicado Escudero, exponiendo que «cuando el alcohol avanza, las medidas se van relajando». Más allá de las macrofiestas, el consejero madrileño ha asegurado que los madrileños «saben perfectamente cómo protegerse: mascarillas, distancia de seguridad, medidas higiénico-sanitarias y ventilación de interiores».
Sin embargo, y a pesar de que la variante Ómicron del coronavirus ya alcanza el 95% de todos los nuevos positivos detectados, Escudero ha mostrado su satisfacción por que la nueva variante «no esté produciendo casos tan graves como las anteriores» y que por ello «podamos hablar de situación de control». De todos los contagios en la tercera ola, «aproximadamente un 20% ingresaban en planta y, de ellos, un 2,8% iban a la UCI. En esta ola, con más del 90% de la población con la vacunación completa, ingresan un 2% y en la UCI, un 0,2%. Con lo cual, hay una diferencia de casi 10 veces menor presión hospitalaria que entonces», ha señalado.
Por ello, ha reprochado al Gobierno central que siga tomando únicamente la incidencia acumulada como principal indicador. «Estar siempre atemorizando a la población no es lo correcto», ha criticado Escudero, insistiendo en que «la vacunación y, sobre todo, la propia naturaleza de Ómicron ha cambiado la percepción de manera radical».