El Ayuntamiento ya ha comenzado las obras de mejora y adecuación de la plaza de la Paja, en el distrito de Centro. La Junta Municipal de Centro ha elaborado un proyecto de remodelación de este enclave que incluye diversas actuaciones dirigidas a hacer la plaza más accesible y con más espacio para los vecinos, sin perder su carácter histórico y tradicional. El concejal de Centro, José Fernández, ha visitado esta mañana la zona para conocer in situ los detalles de este proyecto.
La actuación, con una duración estimada de 90 días y un presupuesto de medio millón de euros, tiene como objetivo la adecuación del entorno urbano para hacerlo más amigable y que cuente con asientos en recorridos frecuentes. Para lograrlo se recuperarán las zonas estanciales, que incorporarán elementos de mejora de las condiciones medioambientales, incluyendo nuevas plantaciones de árboles. Además, se va a instalar una fuente ornamental de pequeñas dimensiones con un asiento perimetral. Asimismo, está previsto sustituir las actuales rejillas por drenajes lineales e instalar un pavimento drenante que mejore el saneamiento del espacio e impida la acumulación de agua.
El proyecto también incluye la pavimentación de la Costanilla de San Andrés para que sea parte integrante de la plaza, la eliminación del aparcamiento en superficie de una de las aceras mediante la instalación de bolardos disuasorios, así como una reordenación de las terrazas, acotando el espacio que actualmente ocupan.
En este sentido, durante la ejecución de las obras se retirarán las terrazas existentes para no interferir en los trabajos, si bien, una vez finalizados, los establecimientos podrán volver a colocar la terraza en los términos legalmente establecidos de acuerdo con la normativa vigente.
La plaza de la Paja, ubicada en el corazón del barrio de la Latina, centro histórico de Madrid, fue construida entre 1520 y 1535 por orden de la Casa de los Vargas para albergar los restos mortales del patrón de Madrid, San Isidro, quien estuvo bajo su servidumbre en el siglo XII.
Desde entonces, ha sufrido varias remodelaciones y añadiduras; entre ellas, la que se realizó a finales del siglo XX, cuando se instaló la famosa escultura de bronce que simula un hombre leyendo el periódico que preside la fachada del Palacio de los Vargas.