El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, se ha acercado esta mañana al barrio de Embajadores para comprobar el estado de limpieza de sus calles tras el término de las fiestas de San Cayetano. El responsable del área ha realizado un pequeño recorrido, acompañado por el concejal-presidente del distrito de Centro, José Fernández, desde la plaza del General Vara de Rey hasta la plaza de Cascorro.

Carabante ha informado a Fernández de que se está llevando a cabo un estudio de la ciudad en materia de limpieza para saber cuáles son las zonas más perjudicadas. Su distrito, Centro, es de los más afectados por el botellón, las pintadas vandálicas y la falta de civismo en las zonas comerciales, altamente transitadas.

Para el responsable del área, la limpieza y la lucha contra los grafitis “son una prioridad” del actual Gobierno municipal. Carabante ha dado a conocer, a través de los profesionales del servicio de limpieza, que para estos eventos se diseña y se lleva a cabo un dispositivo especial.

En él interviene un número de máquinas y personas variable en función de los días, que oscila entre las 20 personas y siete máquinas en los días de menor actividad, hasta las 46 personas y trece máquinas en los días de mayor concentración de público, como es el caso del próximo fin de semana con motivo de las fiestas de La Paloma.

Las labores que se realizan son el barrido manual, el barrido mixto con sopladores y máquina barredora, y los servicios con agua, fundamentalmente baldeos mixtos. También intervienen camiones ligeros y recolectores-compactadores de residuos.

Con motivo de las festividades se han instalado además entre 25 y 50 sanitarios químicos portátiles, en función de la afluencia prevista de personas. El concejal-presidente de Centro ha animado a los ciudadanos a que se acerquen al distrito a disfrutar de los festejos, pero ha pedido que contribuyan a mantener limpia la capital. 

Prueba piloto

El Ayuntamiento de Madrid está haciendo una prueba piloto con un nuevo sistema de bolsas transparentes de gran capacidad ancladas a mobiliario urbano con el objetivo de facilitar el depósito de los residuos y evitar que terminen en el suelo. Se han instalado entre 18 y 56 de estas bolsas en las fiestas para lograr que la calle se ensucie lo menos posible y quede limpia a la mayor brevedad.