- En Madrid, fueron víctimas de violencia en 2018 7,4 de cada 10.000 mujeres.
- El pasado año 25.491 mujeres fueron víctimas de violencia y se presentaron 26.965 denuncias.
- El 14 por ciento de las víctimas, 3.607, se acogió a la dispensa de la obligación legal de declarar, lo que supone un 2,5 por ciento más que el año anterior.
- No obstante, se adoptaron un 2,6 por ciento más de órdenes de protección y se dictaron casi 7.500 medidas penales de amparo y casi 2.500 civiles tendentes a la protección tanto de la mujer como de los menores a la espera de la resolución del proceso penal.
Durante el año 2018, los juzgados madrileños recibieron un total de 26.965 denuncias por violencia de género, lo que supone prácticamente el mismo número que en el ejercicio anterior, cuando fueron 26.959. Las mujeres víctimas de violencia machista fueron 25.491 (incremento del uno por ciento), de las que eran extranjeras 11.047, un 43,3 por ciento, según la estadística del año 2018, que ha hecho pública hoy el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género.
En cuanto a la tasa de mujeres víctimas de violencia de género por cada 10.000 mujeres, Madrid destaca por encima de la media nacional, que es de 66,56, con un 74,3. Las Comunidades de Baleares, con una ratio de 102,71, Comunidad Valenciana, con 86,97, Murcia, con 85,93, Canarias, con 78,85 y Andalucía, con 77,48 están por encima, mientras que la ratio más baja se dio en Castilla y León, con 40,83, Extremadura, con 42,43 y Galicia, con una ratio de 44,13.
Algo más de un 69 por ciento de las denuncias presentadas lo fueron por la propia víctima, directamente en el juzgado o a través de atestados policiales. Las denuncias por intervención directa de la policía se sitúan en torno al 20 por ciento de los casos. El número de denuncias presentadas por familiares de la víctima alcanzó un porcentaje del 1,3 por ciento del total. Los partes de lesiones recibidos directamente en el juzgado representaron algo más del cuatro por ciento de las denuncias.
En el pasado año, en 3.607 casos la víctima de violencia de género se ha acogido a la dispensa de la obligación legal de declarar, lo que supone un porcentaje de un 11,15 por ciento en relación con el total de mujeres víctimas de violencia de género, un 2,5 por ciento más que el año anterior.
2.023 mujeres que se acogieron a la dispensa eran españolas, un 57 por ciento del total y 1.584 eran extranjeras, un 43 por ciento, porcentaje este último ligeramente inferior al del año anterior, que había sido del 46,2 por ciento.
Incremento de órdenes de protección solicitadas y concedidas
Durante 2018 se solicitaron 6.398 órdenes de protección en los órganos judiciales madrileños. Un total de 5.818 órdenes de protección (que incluyen medidas de protección y seguridad de las víctimas) fueron solicitadas en los juzgados de violencia sobre la mujer y otras 580 lo fueron en los juzgados de guardia.
El incremento de solicitudes de órdenes de protección en los juzgados especializados con respecto a 2017 fue de un 1,4 por ciento. Un 55,56 por ciento de las órdenes de protección solicitadas fueron adoptadas (3.233), 2,6 puntos por encima del año anterior.
En los juzgados de guardia, se acordaron 417 órdenes de protección, lo que supone un 71,8 por ciento del total de las solicitadas, habiendo sido denegadas 163.
En la mitad de los casos, la relación de pareja (cónyuge o relación afectiva) se mantenía en el momento de la solicitud de la orden de protección.
Un 44 por ciento de las mujeres víctimas que solicitaron orden de protección en los juzgados de violencia sobre la mujer fueron extranjeras y un 1,3 por ciento del total (españolas y extranjeras) eran menores de edad en el momento de la solicitud. Porcentajes prácticamente iguales a los del año anterior.
Medidas judiciales penales y civiles derivadas de las órdenes de protección
Además, derivadas de las órdenes de protección y otras medidas cautelares, se adoptaron 7.366 medidas judiciales penales de protección de las víctimas (mujeres y menores), entre las que destacan la orden de alejamiento y la prohibición de comunicación, que supusieron respectivamente el 43,06 por ciento y el 39,72 por ciento del total de órdenes de protección acordadas.
Al mismo tiempo se dictaron 2.408 medidas civiles cautelares, tendentes a la protección tanto de la mujer como de los menores, mientras se resolvía el proceso penal. El número de medidas civiles adoptadas aumentó algo con respecto al año anterior. Un 35,2 por ciento de las medidas adoptadas lo fueron en relación con la prestación de alimentos y un 34,21 por ciento resolvieron la atribución de la vivienda.
Un 4,9 por ciento de las medidas adoptadas (119) supusieron la suspensión de la guarda y custodia mientras que un 3,5 por ciento de las medidas (83) tuvieron como finalidad la suspensión del régimen de visitas.
Valoraciones de la presidenta del Observatorio, Ángeles Carmona
Los datos estadísticos correspondientes al año 2018 nos indican, de manera fehaciente, un importante aumento de las condenas a maltratadores e importantes incrementos asimismo en las órdenes de protección, tanto en el número de las solicitadas como en la cifra de órdenes concedidas.
El aumento de las denuncias presentadas en los órganos judiciales nos vuelve a situar, por un lado en un escenario en el que es positivo que afloren todas las conductas violentas hacia la mujer y hacia los menores y, por otro, es evidente que nos sacude internamente pues estamos hablando de cifras inasumibles, impropias de una sociedad madura y civilizada.
Es muy positivo insisto comprobar, una vez más, como aumentan las condenas y también resulta satisfactorio ver como se incrementan de nuevo las medidas de protección de las víctimas, sean mujeres o sean hijos o hijas. Que las órdenes de alejamiento o las prohibiciones de comunicación adoptadas por los órganos judiciales afecten a dos de cada tres casos en que se ha solicitado una orden de protección, unido al dato de las medidas civiles de protección, esencialmente de menores, no es sino el fiel reflejo de la sensibilización judicial hacia el fenómeno de la violencia de género.
Una vez más, pues, el mensaje a trasladar a la ciudadanía tiene que ver con que, pese a todos los imponderables que coexisten en una materia tan sensible como es la violencia de género, no hay impunidad alguna y el Estado de Derecho funciona.
Quiero asimismo resaltar un pequeño dato, pero importante, y al que me he referido con asiduidad. Este año, hemos duplicado el porcentaje de denuncias presentadas por familiares de las víctimas, sobrepasando un cuatro por ciento del total, cuando apenas se superaba un dos por ciento en 2017. Es motivo de esperanza, pues en la implicación de familiares y entornos cercanos se gana mucho terreno para combatir, por un lado, la propia violencia de género y, por otra parte, para que la víctima deje de sentir buena parte de su soledad y desamparo.
Los datos de este pasado año nos alertan, sin embargo, de que sigue creciendo el número de víctimas y apenas desciende también el de menores enjuiciados por la comisión de delitos de violencia de género. Como presidenta del Observatorio me preocupa que persistan todavía actitudes de violencia machista en nuestros jóvenes, que debieran ejemplificar mejor que cualquier otro segmento social los valores de igualdad, respeto y libertad.