- La cuenta de correo de la Policía Nacional denuncias.pornografia.infantil@policia.es recibe unos 11 emails diarios sobre posibles casos de delitos sexuales contra menores.
- Toda información es recibida por agentes especializados en ciberdelincuencia quienes se encargan de su análisis individual, dando siempre respuesta al ciudadano.
Agentes de la Policía Nacional, en una operación realizada con la colaboración de Interpol, Europol y los cuerpos policiales de Rumanía y Argentina, han detenido a tres personas en España e imputado a una cuarta en Rumanía por un delito de acoso sexual a menores de edad y tenencia de pornografía infantil. La investigación ha sido llevada a cabo gracias a la colaboración ciudadana por los emails remitidos a denuncias.pornografía.infantil@policia.es.
Durante los primeros seis meses del presente año, los agentes especializados de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Comisaría General de Policía Judicial han recibido en este correo de denuncia de delitos sexuales contra menores de edad unos 2.100 emails, es decir, unos once al día. La prevención y la colaboración ciudadana en este tipo de delitos es fundamental y, para ello, el Grupo de Redes Sociales de la Policía Nacional difunde en sus diferentes canales de Twitter, Facebook e Instagram una serie de consejos y pautas sobre un uso seguro de Internet.
Localizados en Rumanía, Zaragoza, Madrid y Cantabria
La investigación comenzó gracias a varias informaciones recibidas en el correo de colaboración ciudadana denuncias.pornografia.infantil@policia.es gestionado por agentes especializados en la protección del menor. En este email se denunció el acoso a menores de edad de varios individuos en España y Argentina.
Con estas informaciones se abrieron cuatro investigaciones diferentes que acabaron con el arresto de tres individuos en España y la imputación de otro en Rumanía por delitos de acoso sexual a menores de edad y tenencia de pornografía infantil.
Nada más recibir la información, los agentes procedieron a su análisis y detectaron que un individuo estaba acosando sexualmente a una niña de 13 años, valiéndose para ello de medios tecnológicos. Con las primeras pesquisas averiguaron que el delincuente se encontraba en Rumanía aunque anteriormente había residido en nuestro país.
Tras ponerse en contacto con la policía rumana a través de Europol, se consiguió identificar al mismo y se realizó un registro en su domicilio donde se encontraron indicios de posibles nuevas víctimas ubicadas en su país de origen.
En el segundo de los casos, los investigadores también contaron con el material informático aportado por una empresa de recuperación de evidencias que también había denunciado los hechos.
Para arrestar al responsable, los agentes analizaron miles de archivos informáticos que les ayudaron a ubicar al propietario del material delictivo en la provincia de Zaragoza. Además, gracias a este exhaustivo análisis, descartaron posibles víctimas en nuestro país y procedieron a la detención del individuo investigado.
La tercera investigación llevó a los agentes hasta Argentina donde una menor de diez años denunciaba que había sido objeto de acoso sexual por parte de un ciudadano español. A través de Interpol, y con la colaboración de la policía argentina, los agentes recabaron toda la información posible que podía aportar la denunciante y establecieron un dispositivo que permitió su localización en la provincia de Madrid.
Tras realizar el registro domiciliario se procedió a su detención por un delito de acoso sexual a menores de edad y por tenencia de pornografía infantil.
Un falso fotógrafo
Por último, las informaciones recibidas en el correo electrónico denuncias.pornografia.infantil@policia.es llevaron a los agentes a abrir una investigación en torno a un supuesto fotógrafo profesional que intentaba captar, por medio de anuncios publicados en Internet, niñas con las que elaborar un material pornográfico prometiéndoles una gira internacional como modelos.
Tras una minuciosa investigación consiguieron averiguar que el falso fotógrafo era en realidad un residente en Cantabria con un trastorno de disposofobia o acumulación de objetos lo que dificultó el registro domiciliario.
Finalmente fue arrestado ya que, tras cuatro horas de inspección, se consiguió hallar un ordenador con gran cantidad de material de pornografía infantil y se obtuvieron pruebas de unos posibles abusos sexuales a dos hijas menores de un amigo suyo. Posteriormente, la autoridad judicial determinó su ingreso en prisión preventiva.