El reciente incendio del antiguo Pabellón de Guipuzcoa es «la última muestra de otros daños producidos en instalaciones de este parque que requiere mayor atención por parte de la corporación madrileña tanto en dotación recursos como en la vigilancia de sus bienes», reclaman desde Salvemos la Casa de Campo.
«Aunque todos no han trascendido públicamente, la relación de daños en el patrimonio histórico y natural sufridos en este parque lleva a que la Plataforma Salvemos la Casa de Campo haga un llamamiento al actual Equipo de Gobierno para que invierta, tanto en recursos económicos como en personal, lo preciso para mantener sus valores», han expresado desde la plataforma.
En cuanto al antiguo recinto ferial, antes IFEMA, luego Madrid Destino, «la herencia recibida de muchos años de gestión desafortunada exige medidas de choque para evitar la decadencia y ruina de los pabellones, alguno con premios internacionales, así como instalaciones sin uso», reprochan desde Salvemos la Casa de Campo, que recuerdan que «la actual Dirección de Casa de Campo tuvo que asumir recientemente, de forma sobrevenida, unas tareas de conservación y jardinería que durante decenas de años no le correspondían en los que la dejadez de los antes citados organismos municipales fue clamorosa».
«El origen predemocrático de la Feria del Campo produjo cierto pudor vergonzante en los ayuntamientos que se han sucedido desde la recuperación de la democracia. Así hemos visto desaparecer, de forma paulatina pero imparable, edificios singulares representativos de la arquitectura popular de todas las regiones de España, sin que se produjera ninguna reacción para conservar esa muestra de construcciones realizadas por notables profesionales con escasos medios materiales, de ahí su valor añadido» que reclama la Plataforma.
Asimismo se vienen produciendo daños vandálicos en otras instalaciones del parque que «requieren una vigilancia adecuada. Así denunciamos los recientes daños producidos en el Insectario dentro de la zona del Reservado, en el corazón del parque, que han arruinado la mayor parte de sus instalaciones de carácter educativo y conservacionista».
La Plataforma Salvemos la Casa de Campo entiende que «han de dedicarse medios eficaces y adecuados para el mantenimiento de este gran pulmón de la capital que, por otro lado, recibe una presión humana creciente en usos poco compatibles con su identidad como Bien de Interés Cultural (B.I.C.) desde 2010».