El próximo 9 de noviembre hará un año desde que Cristina Ortiz, conocida como La Veneno, falleciera tras pasar cuatro días en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital La Paz de Madrid, a la que llegó después de ser encontrada en su casa con un golpe en la cabeza.
Desde Arcópoli han querido, una vez más, reivindicar la figura de Cristina como «mujer transexual orgullosa, que se atrevió a ser visible en la televisión española de finales de los 90, cuando muy pocas personas se atrevían a ello. Cristina fue siempre muy sincera sobre la lucha contra el acoso y las agresiones que sufrió desde su infancia en Adra, su localidad de nacimiento, así como sobre la dura situación familiar que vivió, denunciando una situación que hoy en día siguen sufriendo los niños transexuales en los entornos más rurales».
Por ello, este sábado 11 de noviembre, a partir de las 18h, convoca a reunirse en la Plaza de Chueca para leer fragmentos de “Digo! Ni puta ni santa, la biografía de Cristina», y formar una «V» con velas en el suelo.
Además, se celebrará que la Junta Municipal del distrito de Moncloa-Aravaca se ha comprometido a instalar una placa en la zona donde más se la visibilizó, en el Parque del Oeste.
También desde la organización madrileña se ha lanzado una recogida de firmas para que el Ayuntamiento de Madrid otorgue a Cristina una calle, sustituyendo la de figuras homófobas como son los doctores Juan José López Ibor (Tetuán) y Juan Antonio Vallejo-Nájera (Arganzuela), que durante el s. XX, y de forma oficial, sometieron a decenas de homosexuales a tratamientos con electroshocks e incluso lobotomías con la intención de “curarles”.
«Creemos que de esta manera nuestra ciudad estaría surcada por figuras visibles y libres de odio hacia colectivos minoritarios. Queremos que este acto sirva como tributo a su vida y visibilidad, tan importante para el colectivo», han reivindicado.
Por último, desde Arcopoli han destacado que la familia de Cristina no ha cumplido finalmente el deseo de la vedette de ser incinerada y que sus cenizas sean esparcidas por el Parque del Oeste.