La Cafetería Noma ha recibido la visita de la Policía Municipal en 6 ocasiones en 24 horas por denuncias de vecinos a los que les incomoda la bandera arcoíris que han puesto con motivo del Orgullo.
El dueño de la cafetería Bar Noma, en la Calle Infantas 44, en pleno corazón de Chueca decidió el domingo pasado, con motivo de la cercanía de las celebraciones del Orgullo, instalar en la fachada de su local, una bandera arcoíris que iba desde una punta a otra, para mostrar su apoyo al colectivo y las reivindicaciones LGTB, al igual que están haciendo otros muchos establecimientos de todo tipo. Al parecer recibió una comunicación del administrador de la finca para que retirase inmediatamente la bandera por el malestar de algunos vecinos.
El dueño lo estuvo reflexionando pero optó por no retirarla puesto que no creía que una bandera del arcoíris pudiera crear “malestar” a ningún vecino, al igual que cuando ha instalado la bandera del Real Madrid para acompañar celebraciones futbolísticas que ha tenido en el local nadie se ha quejado, u otros motivos de decoración.
Al no retirar la bandera, según denuncian «algún vecino de la finca molesto llamó a la Policía de Madrid que acudió el martes con un camión de bomberos para retirar la famosa bandera». El dueño se negó y desde entonces «los vecinos no han parado de llamar y la Policía ha acudido hasta 5 veces más en menos de 24 horas», ante denuncias de supuestas irregularidades que no existían y que la Policía iba comprobando.
El dueño ha sido ya apercibido con una propuesta de sanción por parte de la Policía Municipal pero ha decidido que no va a retirar la bandera puesto que cree que lo que subyace aquí es discriminación por homofobia. Desde Arcópoli «compartimos su decisión y le hemos estado acompañando y estableciendo un diálogo con la Policía Municipal para defender al bar Noma. El dueño ha interpuesto una denuncia ante la Policía Nacional por estos hechos. Agradecemos al local Noma su intención de no retirar la bandera arcoíris como símbolo de lucha contra la LGTBfobia que aún hoy en día y en pleno barrio madrileño de Chueca, aparece».
1 comment
Los vecinos de ese edificio son una mafia, y la peor es la presidenta, que duerme en el balcón que hay detrás del árbol, los locales que hay alrededor tmb han tenido problemas con ellos, no es este bar el único, que asco de gente.