Los animales convivían en un recinto de apenas 4 metros cuadrados rodeados de sus propios excrementos. Sus cuidadores fueron denunciados y podrían enfrentarse a un delito de maltrato animal por las condiciones inadecuadas en la que los mantenían.
La intervención se llevo a cabo por Agentes de la Unidad de Apoyo a la Seguridad en la Cañada Real Galiana de Madrid, que pudieron observar como en unos habitáculos, construidos con palés y en unas condiciones higiénicas pésimas, había varios perros de la raza galgo.
Los animales se encontraban en un recinto de unos 4 metros cuadrados, sin apenas espacio y sin ningún tipo de acondicionamiento para soportar la inclemencias meteorologías, rodeados de sus propios excrementos y con un cubo agua, ya verde, por la dejadez de su cuidador.
Ante tal situación, los agentes se pusieron en contacto con los compañeros de la Unidad de Medioambiente y avisaron al Servicio Veterinario de Urgencia de Madrid Salud para que vinieran a reconocer a los animales, ya que tal situación es constitutiva de una falta administrativa, pudiendo derivar en un delito de maltrato animal.
Tras una primera exploración, los canes presentaban síntomas de deshidratación y una delgadez no propia de la edad y raza y conviviendo en un recinto totalmente inadecuado para sus necesidades físicas y fisiológicas. Este tipo de animales necesitan de un espacio mínimo donde ejercitarse, de un habitáculo adecuado, acondicionado y de fácil limpieza, que su cuidador deberá mantener limpio e higienizado en todo momento, entre otras obligaciones del propietario.
Por estos motivos los agentes procedieron a la intervención cautelar de los 4 perros y se extendieron 19 denuncias administrativas, además los propietarios no presentaron la documentación obligatoria referente a los animales.
Los perros fueron trasladados al Centro de Protección Animal, donde se les procurarán los cuidados necesarios, ya que este tipo de animales necesitan en muchos casos de un periodo de terapia hasta volver a sociabilizarse.
Este tipo de conductas son perseguidas habitualmente por los agentes, en concreto la Unidad de Apoyo a la Seguridad lleva incautados, en alrededor de año y medio unos 200 perros, que en algunos casos instruidos como delito en la Unidad de Medioambiente de la Policía Municipal de Madrid.