Fausto, del 2 al 5 de febrero, basado en la obra maestra de Goethe, es una reinterpretación de esta leyenda universal en torno al alma humana y el conflicto eterno entre el bien y el mal. Es el último trabajo que dirigió Pandur.
El Teatro Español de Madrid acoge del 2 al 12 de febrero dos piezas significativas del tristemente desaparecido Tomaž Pandur con el propósito de rendir tributo al director esloveno fuertemente arraigado en Madrid, donde puso en escena muchos de sus montajes (Infierno, Barroco, Hamlet, La caída de los dioses…). Se repondrán, en lengua eslovena con sobretítulos en castellano, Fausto e Inmaculata, interpretados por el elenco original de actores y actrices locales.
Fausto
Fausto, el último trabajo teatral de Tomaž Pandur, adaptado por la que fuera su mano derecha y hermana: Livija Pandur, llega al Teatro Español el próximo 2 de febrero. Este montaje se estrenó en septiembre de 2015 en el Festival de Ljubljana y se representó, con Pandur, en el Festival Cervantino de Guanajuato y en el Festival de Bogotá.
Basado en la obra suprema de Goethe, su gran poema dramático en dos partes, muestra los fragmentos de esta inmensa obra en los que la historia del desarrollo de la leyenda y su expansión a esferas morales y filosóficas más amplias representa también una historia intelectual de la humanidad. Aunque se basa en la leyenda medieval de un hombre que vendió su alma al diablo, de hecho trata sobre el sentido de alienación del hombre moderno y su necesidad de llegar a un acuerdo consigo mismo y con el mundo en que vivimos. A lo largo de los últimos siglos, esta historia ha madurado hasta convertirse en un mito arquetípico de las aspiraciones del hombre y los dilemas con los que se enfrenta cuando intenta comprender su lugar en el universo. Fue llamada “la divina tragedia” porque aborda el microcosmos y el macrocosmos, lo público y lo privado, así como la cuestión del conocimiento. Las etapas de la vida de Fausto y sus confrontaciones con Mefistófeles son fórmulas de pensamiento, una fenomenología de las especies humanas.
Inmaculata
Inmaculata, sobre la obra de Colm Tóibín El testamento de María, podrá verse también en la Sala Principal del Teatro Español del 10 al 12 de febrero. Se trata de un monólogo que comenzaron a dirigir juntos Tomaž y Livija Pandur para abrir la temporada del Teatro Dramático Nacional de Maribor, un proyecto conjunto que se vio truncado por el repentino fallecimiento del director. Su hermana decidió llevarlo a su término en solitario como forma de honrarle.
La confesión de María, su imaginación, su amor incondicional, su soledad, su duda, su miedo y su coraje en la búsqueda de la verdad a nivel emotivo, sociopolítico, religioso y mítico, desvela una corriente mental polifacética de la percepción y recepción del tiempo actual, de los gestos irracionales e imágenes arquetípicas pintadas por la civilización de hoy. Confrontada con la multiplicidad de papeles que se le atribuyen (madre, consoladora, mujer de carne y hueso, virgen, heroína inmortal…), Tóibín da voz a la historia de una madre que perdió a su hijo para convertirse en víctima de la ideología de la vida eterna: el crucificado.
Exposición fotográfica de Aljoša Rebolj
Para completar el homenaje, se ha organizado una exposición fotográfica en torno a las obras de Pandur en nuestro país –Hamlet, La Caída de los Dioses, Infierno, Medea, Barroco y Fausto-. Así, del 31 de enero al 12 de febrero, en la Plaza Santa Ana se podrá ver una compilación de imágenes tomadas por el fotógrafo esloveno Aljoša Rebolj, entre las que figuran retratos de actores españoles que participaron en sus montajes, como Roberto Enríquez, Blanca Portillo, Belén Rueda, Ana Wagener o Asier Etxeandía, entre otros.