El banco decorativo, Premio Nacional de Escultura en 1923, situado en la Glorieta de los Tilos del Real Jardín Botánico-CSIC de Madrid y obra del escultor catalán Frederic Marès, va a ser restaurado durante las próximas semanas por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), que financia en su integridad su limpieza y restauración.
La restauradora del Real Jardín Botánico, Gloria Pérez de Rada, solicitó en 2014 al IPCE la limpieza de esta singular y original obra, dado que como consecuencia de los depósitos de suciedad acumulada en su superficie se detectaron agentes de biodeterioro que estaban atacando a la obra. Tras el preceptivo informe del estado de conservación por parte del Jardín, dónde incluía la historia de la pieza, el IPCE procedió a efectuar un estudio y análisis de la obra aprobando la intervención que llevará a cabo la restauradora del Instituto del Patrimonio Cultural, María Elena García Martínez.
Frederic Marès (1893-1991) fue un polifacético artista, con una obra escultórica basada, principalmente, en el modernismo, con ciertas semblanzas góticas, sobre todo en su escultura religiosa. Alumno brillante bajo la tutela del escultor Manuel Fuxá, que fue su maestro, obtuvo su primer premio de escultura con solo 16 años, aunque el primer reconocimiento nacional le llegó, precisamente, con la obra que alberga el Real Jardín Botánico, el máximo galardón del Concurso Nacional de Escultura de 1923 premiado con 15.000 pesetas de la época.
Dos años más tarde, en 1925, realizó su primera exposición individual en Barcelona, ciudad que en 1962 abría su museo con la colección donada a la capital catalana por el escultor. Además, algunas de sus obras más importantes, muchas de ellas vinculadas con el arte sacro, se pueden ver en ciudades como Zaragoza, Palma de Mallorca, Girona, Menorca, Elche o en países como Puerto Rico. Marès está en posesión de distinciones como el Premio Nacional de Bellas Artes (1983) o la Gran Cruz de la Obra Civil de Alfonso X El Sabio (1951).
Un avance del Art Decó
A juicio de algunos especialistas, el estilo de esta obra se acerca mucho al Art Decó, que se impondrá desde 1925 y sería, por tanto, un avance del mismo. No obstante, sí representa claramente un tema muy clásico, el de las amazonas en algún episodio concreto. Rasgos como el hecho de que todas mujeres, cubiertas con el tocado clásico y vestidas con el peplos, así lo atestiguan.
Además, aparecen los caballos de las amazonas y a la que mira de frente parece que pudiera faltarle el pecho que, dicen, se cortaban, mientras otra lleva una urna funeraria al hombro.
El banco decorativo del Botánico está realizado en piedra y mármol, tiene casi tres metros de largo y poco menos de dos metros y medio de alto. Durante su restauración, que se prevé se prolongue hasta finales de septiembre, la Glorieta de los Tilos situada junto a los Invernaderos del Jardín, donde se encuentra la escultura, puede permanecer cerrada algunos días por esa circunstancia.