El Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid se encuentra en una situación de «colapso operativo» en medio de la crisis generada por la aparición masiva de aves muertas en distintos puntos de la región. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el sindicato más representativo en las administraciones públicas, ha denunciado el «abandono institucional y operativo» que sufre el cuerpo, advirtiendo de que «esta precariedad pone en riesgo la seguridad ambiental y la salud pública».
La situación se ha agravado en las últimas semanas con un «incremento alarmante» de la mortandad de aves. Particularmente en la zona sur, se han encontrado centenares de cigüeñas sin vida en torno al río Manzanares. Las autoridades investigan si esta ola de fallecimientos es debida a un foco de gripe aviar.
Escasez de medios y riesgo de propagación
Los agentes forestales están dedicando sus esfuerzos a la retirada inmediata de los cadáveres, una tarea crucial para evitar la propagación del posible virus entre aves, otros animales y las personas. Sin embargo, CSIF alerta de que esta labor se lleva a cabo «con graves carencias». La escasez de personal (apenas 240 efectivos en toda la Comunidad de Madrid) y la falta de medios materiales, incluidos «muy pocos vehículos operativos», han llevado al límite la capacidad de respuesta del cuerpo.
El portavoz de Agentes Forestales en CSIF Madrid ha señalado que la «inoperatividad actual» pone «en riesgo tanto a los profesionales como a la seguridad ambiental y a la salud pública». El sindicato ha responsabilizado a la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 por mantener una política de abandono hacia el colectivo.
Según CSIF, los funcionarios están afrontando esta crisis sanitaria apoyados únicamente en su «propia voluntad» y su compromiso, mientras la Consejería de Medio Ambiente «mira hacia otro lado pese a la gravedad de la situación».
El sindicato ha exigido soluciones «urgentes»: un refuerzo real de efectivos, la dotación de material adecuado y una gestión operativa que se ajuste a las necesidades del servicio público de protección y vigilancia ambiental. CSIF insiste en que el medio natural madrileño «tiene un problema serio» y que sus agentes están «desamparados».


