Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, pertenecientes al Sector de Tráfico de Madrid, han detenido a un hombre de 81 años de edad, vecino de Madrid y sin antecedentes penales, que condujo en sentido contrario en cuatro carreteras diferentes de la región en el mismo día.
Los hechos por los que se le detuvo este martes, 19 de agosto, se produjeron el pasado jueves 14 cuando el conductor de un turismo, sobre las 12:45 horas, dio la vuelta en el peaje de la carretera M-12 y se incorporó a la M-11, por la que circuló hasta 3,5 kilómetros en sentido contrario al obligado, provocando un accidente del que resultaron daños materiales en su turismo y en el vehículo contra el que colisionó.
El mismo vehículo, conducido por la misma persona, circuló sobre las 18:25 horas del mismo día 14 de agosto desde el kilómetro 12,600 hasta el 6,800 de la carretera A-5 (Autovía del Suroeste), por los carriles sentido Badajoz, pero en dirección a Madrid, provocando la salida de vía de otro vehículo que circulaba correctamente, resultando como consecuencia dos heridos leves y daños materiales en el vehículo accidentado.
Sobre las 19:34 horas del mismo jueves el mismo conductor con el mismo vehículo circuló por la carretera A-6 por los carriles sentido La Coruña en dirección a Madrid, no provocando ningún accidente en este tramo.
El conductor, un hombre de 81 años, vecino de Madrid y sin antecedentes penales, fue detenido el día 19 de agosto a las 10:00 horas, en las dependencias del Sector de Tráfico de Madrid, como presunto autor de cuatro delitos de conducción temeraria y propuesto para la pérdida de aptitudes psicofísicas necesarias para la conducción, que conlleva la suspensión del permiso de conducir.
Delito de conducción temeraria
El delito de conducción temeraria en España está regulado en el Código Penal, concretamente en los artículos 380 y 381. Se comete cuando una persona conduce un vehículo a motor o ciclomotor de forma que pone en peligro la vida o la integridad de otras personas. Esto incluye conductas como circular a gran velocidad en zonas no permitidas, hacer maniobras peligrosas o conducir en sentido contrario, entre otras.
Cuando se detecta una conducción temeraria sin más, el Código Penal establece penas de prisión de seis meses a dos años. Además, se impone la retirada del permiso de conducir por un periodo que va de uno a seis años. En los casos menos graves, si el juez lo estima oportuno, puede sustituirse la pena de prisión por una multa.
Si la conducción temeraria se realiza con manifiesto desprecio por la vida de los demás, es decir, cuando el conductor asume de forma clara el riesgo de causar un daño grave o incluso la muerte, el delito se agrava notablemente. En estos casos, las penas son de prisión de dos a cinco años, multa de doce a veinticuatro meses, y retirada del carnet por un periodo de entre seis y diez años.
Además de las penas penales, el responsable puede enfrentarse a indemnizaciones civiles por los daños y perjuicios causados, especialmente si ha provocado un accidente con víctimas o daños materiales. En resumen, se trata de un delito grave que puede tener consecuencias muy serias tanto a nivel penal como económico.

